El agente, que instruyó el caso y que ha declarado en calidad de testigo, ha relatado que, tras el asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente en 1996, la Guardia Civil empezó a investigar un entramado empresarial que “podría tener vínculos con ETA”.
Entre las empresas que lo integraban estaba la Fundación Euskalgintza, cuya investigación, ha explicado, llevó a los agentes al diario vasco y “a ver las vinculaciones, para nosotros evidentes, de Egunkaria con ETA”.
Esta tesis es la que sostiene la acusación, que ejercen la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia, que insisten en que diversos documentos intervenidos a ETA acreditan que la banda “creó en 1991 Egunkaria con fines terroristas e instrumentalizó este medio de comunicación para lograr sus objetivos”.
La Fiscalía, sin embargo, entiende que no hay indicios suficientes para vincular al diario, que fue clausurado en 2003, con el entorno de ETA, por lo que no acusa a los procesados.
Al término de la sesión, uno de ellos, Juan María Torrealday, ha dicho a los periodistas que siguen “preocupados” al ver que las acusaciones, que piden para ellos entre 12 y 15 años de cárcel, mantienen su tesis.
“Hoy hemos visto cómo el guardia civil que nos convirtió en terroristas ha dicho también que todas nuestras empresas estaban al servicio de ETA”, ha agregado Torrealday, que junto a los otros ex directivos de Egunkaria niega “rotundamente” que la organización terrorista interviniera en la actividad del periódico.
“Hemos dejado bien claro que Egunkaria es un proyecto periodístico, mediático y cultural y que hemos estado al servicio del euskera y nunca al servicio de ETA”, puntualizó.