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España

Jaque a la Reina

Está siendo entretenido y muy clarificador leer las crónicas y los argumentos utilizados por todos y cada uno de los que lo están haciendo acerca del famoso libro sobre la Reina y sus opiniones...

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Está siendo entretenido y muy clarificador leer las crónicas y los argumentos utilizados por todos y cada uno de los que lo están haciendo acerca del famoso libro sobre la Reina y sus opiniones. Personalmente creo que la Casa Real ha cometido dos torpezas enormes, una al elegir a Pilar Urbano para que lo escribiera y otra, conociendo el percal, al no haberlo leído con lupa antes de su publicación.

Esta periodista y escritora pertenece a ese grupo de lo más rancio de la derecha extrema, que se ha convertido en antimonárquica, porque entienden que ésta es demasiado complaciente con todo lo que sea socialismo. Y claro, todos los pertenecientes a ese grupo, cuyos miembros más representativos son, además de la Urbano, Pilar Cernuda, Jiménez Losantos, Antonio Burgos y algunos más, aunque son de menos monta, han saltado de júbilo y alegría ante las opiniones que supuestamente ha vertido la Reina sobre los matrimonios gays, el aborto, eutanasia y otros.


Para todos éstos, odiantes e insultadores profesionales, supone una gran noticia que la Reina haya tomado partido, que la monarquía haya dejado de ser discreta, imparcial, aséptica y hasta, según ellos, socialista, cosa que no entendían que fuese así, pues para ellos es y tiene que ser de derechas.

El PP, que parece una cola de lagartija recién cortada que se mueve para todos lados como una posesa, ha reaccionado con una torpeza infinita. Primero su portavoz, Pons, mandó callar a la Reina, tratando quizás de parecer algo progre y pensando en las buenas opiniones vertidas sobre Zapatero a diferencia de Aznar. Luego, salieron los de siempre y le dijeron de todo. ¡Pero hombre, si lo que ha dicho va en contra de toda la política y leyes de Zapatero, cómo se te ocurre mandarla a callar! ¡Es de las nuestras!

Claro que con lo que ninguno de éstos contó fue con la reacción del colectivo de gays y lesbianas, dándose por satisfechos con el desmentido de la Casa Real y con la defensa a ultranza de la monarquía constitucional del Gobierno y el PSOE. Es la enorme diferencia que hay entre unos y otros. En la izquierda moderada puede que muchos sean republicanos, pero respetan escrupulosamente la constitución que votamos todos los españoles. Todo lo contrario que la derecha, a la que de siempre le ha molestado y fastidiado la imparcialidad con la que se han movido y mueven los Reyes.

Ante el fracaso estrepitoso en conseguir que la izquierda se rebelara y atacara despiadadamente a la Casa Real, han cambiado la táctica a ponerse a defender a ultranza la libertad de opinión de la Reina, ¡como si alguien la hubiese puesto en duda! Bueno sí, el portavoz del PP que la mandó callar.

La Reina es muy libre de opinar lo que quiera, sólo faltaría, lo único discutible es si es prudente que lo haga públicamente o no. Personalmente pienso que no lo es. Uno de los grandes aciertos del Rey es haber sabido mantenerse fuera de la lucha partidaria y así representar a todos los españoles, independientemente de sus ideologías.

Lo que me sorprende de todo esto es que la Reina, después de treinta años de prudencia y saber hacer, haya decidido soltarse los pelos. Lo dudo, y más conociendo las malas artes que suelen utilizar los odiantes e insultantes de la derecha extrema.

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