La acusación particular ha solicitado 40 años de prisión para Genaro Ramallo, acusado de la muerte en 1993 de su mujer M.C.E., y de su hijo de 5 años en una finca en Almonaster la Real, por dos delitos de asesinato con la agravante de parentesco.
En su escrito, al que ha tenido acceso Efe, la acusación, que ejerce el letrado Luis Romero Santos, en representación del padre y abuelo de los fallecidos, solicita además el pago de una indemnización de 400.000 euros.
En el relato de hechos, explica que Ramallo, durante el fin de semana del 21 y 22 de agosto de 1993 causó la muerte a M.C.E., su pareja con la que convivía, y al hijo de ambos de 10 años de edad, empleando para ello "suficientes medicamentos sedantes y analgésicos como para asegurar el resultado deseado, impidiendo la defensa de ambos y evitando cualquier riesgo para su persona".
Ramallo, continúa la acusación, los decapitó, metió las cabezas en sendas bolsas separadamente de sus cuerpos, y los demás restos los repartió en bolsas y en un saco de dormir, que arrojó en un pozo de una finca rústica que había adquirido ese mismo año en Almonaster La Real, que selló posteriormente con tierra y piedras.
También remitió una carta escrita a máquina al lugar de trabajo de su pareja en la que solicitaba la baja definitiva de su puesto de trabajo alegando cambio de residencia y mantuvo la ficción entre familiares y amigos de que tenía contacto periódicamente con ella y con su hijo, al que decía haber visto en Madrid y Sevilla.
Tras cometer su crimen, Ramallo se marchó varios meses a Bolivia, volviendo al cabo del tiempo para continuar su vida como si nada hubiera ocurrido.
Ramallo fue detenido el 21 de septiembre del 2011 en los alrededores de Toulouse (Francia) y un mes más tarde el Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva decretó prisión incondicional, comunicada y sin fianza por el presunto doble homicidio.
Los cuerpos de M.C.E. y de su hijo de 5 años fueron localizados días antes de la detención de Ramallo en el interior de un pozo de la finca llamada "Huerto del Cura".
Su localización permitió reabrir la investigación del caso de la desaparición de estas personas, denunciada por el padre y la hermana de la víctima en 1994.