El hermano de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús a Su Entrada en Jerusalen; Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, Mariano Alba Velázquez, protagonizó un sentido pregón en la iglesia Madre del Buen Consejo, presentado por quien fuera pregonero el pasado año, Oscar Herrera, iniciándose con ello la recta final de los prolegómenos de la Semana Santa en Torremolinos.
La gran mayoría de los miembros de la Corporación Municipal, con el alcalde, Pedro Fernández Montes, al frente, así como los párrocos locales Guillermo Tejero, también Arcipreste de Zona; José Luis Bellón, Juan Manuel Báez Zambrana y Alejandro Pérez Verdugo; los Hermanos Mayores y miembros de las juntas de gobierno de las hermandades torremolineses y otras autoridades se sumaron al resto de ciudadanos que llenaron la iglesia Madre del Buen Consejo para vivir un año más este simbólico acto, marcado nuevamente por el profundo sentimiento cofrade y la emoción que puso el pregonero en su intervención.
El acto comenzó con la tradicional presentación de los Guiones de las Cofradías a cargo de hermanos de las mismas, a la que siguió la interpretación de sendas saetas a cargo de Macarena Soto y “Paco de Málaga”, seguidas a su vez por varias piezas de marchas procesionales interpretadas por la Banda Municipal de Música dirigida por Francisco José Maqueda.
Ya en su intervención, Mariano Alba hizo un detallado recorrido por su experiencia cofrade, a partir de temprana edad, explicando algunos de los sentimientos íntimos vividos en el pasado y, también, recreando el significado de algunos de los principales y más emotivos momentos que se viven durante la celebración de la Semana Santa en Torremolinos.
De hecho, no faltó un símil de nuestra localidad con Jerusalén, como escenario de la Pasión y Muerte de Jesús, cuya puesta en escena a través de los desfiles procesionales sirvió también al pregonero para analizar su condición íntima de portador, además de reconocer el importante papel que este colectivo tiene para la máxima brillantez de la representación de la Pasión y Muerte de Jesús en las calles.
No faltaron tampoco en el pregón las referencias poéticas a los Sagrados Titutales de cada una de las dos cofradías de Torremolinos, en una interpretación que estuvo acompañada de fragmentos musicales de marchas procesionales y el obligado toque de tambor.
Finalizado el pregón, por el que Mariano Alba recibió un largo aplauso e innumerables felicitaciones, éste recibió de manos de los hermanos mayores de las Cofradías locales un pergamino de recuerdo de su condición de Pregonero.
La Banda Municipal de Música cerró el acto con una nueva interpretación que puso brillante final a una velada en la que, gracias al sentimiento y bien decir de Mariano Alba, Torremolinos empezó ya a vivir con intensidad la inminente Semana Santa.