El Papa ha invitado a alejarse del "orgullo" que juzga a los demás durante el rezo del ángelus de este cuarto domingo de Cuaresma. De este modo, ha advertido de que a veces la vida es como la de "los doctores de la ley" porque desde "lo alto del orgullo" se juzga a los demás y también a Dios.
Asomado desde la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico Vaticano, el pontífice ha reflexionado sobre el episodio del Evangelio del hombre ciego de nacimiento al que Jesús da la vista.
Ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, ha explicado que mientras el ciego "se acercó a la luz de Dios", los fariseos permanecieron "cerrados en sus presunciones" y haciendo de todo "para negar la evidencia" y "poner en duda la acción de Dios".
Así ha lamentado el "drama de la ceguera interior de tanta gente" al tiempo que ha preguntado a todos los presentes en la Plaza de San Pedro si tenían "un corazón abierto hacia los demás".
Además, les ha aconsejado tomar el Evangelio de Juan y leer el capítulo 9 al tiempo que ha recalcado que les "hará bien" porque en ese fragmento se ve el camino "de la ceguera a la luz".
Por otro lado, el Papa ha advertido de los "cotilleos o discusiones" que generan "algunos que no quieren ver la verdad" ante obras de caridad y ha invitado a abrirse a la luz de Jesús y caminar en la vida con "humildad, paciencia y misericordia".
El pontífice ha saludado a los peregrinos venidos de Ponferrada, Valladolid, Murcia, Castelfranco de Córdoba y Laganés. También se ha dirigido a representantes de WWF-Italia al tiempo a los que ha alentado "en su compromiso con medio ambiente" y a militares italianos a los que ha agradecido su peregrinación a pie de Loreto a Roma "rezando por la pacífica y justa resolución de los conflictos".