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Sevilla

El Valme mejorar sus diagnósticos con un nuevo ecógrafo

El Hospital sevillano incorpora tecnología de última generación con la que mejorar los estudios de los pacientes

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  • Equipo médico con el nuevo ecógrafo que ha adquirido el Hospital de Valme. -

El Hospital Universitario de Valme de Sevilla dispone de un nuevo ecógrafo de última generación cuyas elevadas prestaciones aportan mayor precisión diagnóstica. Adquirido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en colaboración con Fondos Feder y una inversión de 65.763 euros, supone como novedad la incorporación de una innovadora técnica en la sanidad pública sevillana: la fusión de imágenes.

Según se indica en una nota de prensa, el nuevo ecógrafo, instalado en la Unidad de Gestión Clínica de Radiodiagnóstico, está dotado con cinco sondas. Entre ellas incluye una de carácter intracavitario para procedimientos intervencionistas. Su alta resolución permite realizar numerosos estudios para diversas especialidades médicas. Desde ecografías convencionales, a valoraciones hepáticas a través de elastrografías, doppler, ecografías más complejas con contraste y, como innovación, la aplicación de la novedosa técnica de fusión de imágenes.

Las técnicas de imagen seccional convencionales (ecografía, tac o resonancia magnética) tienen un papel muy importante en el diagnóstico no invasivo y, especialmente, en la planificación de estrategias terapéuticas para tumores. Al respecto, el ecógrafo instalado en la Unidad de Gestión Clínica de Radiodiagnóstico del Hospital Universitario de Valme, que dirige Rafael Aznar, está habilitado para llevar a cabo estas actuaciones terapéuticas con una mayor eficacia y seguridad a través de la combinación de imágenes.

VANGUARDIA TECNOLÓGICA PARA MAYOR RENTABILIDAD DIAGNÓSTICA
El ecógrafo incorporado está preparado para fusionar imágenes de distintas técnicas diagnósticas, lo cual favorece una mayor calidad de imagen que permite detectar lesiones minúsculas. De este modo, se convierte en un dispositivo que permite ofrecer diagnósticos más precisos. Puede fusionar imágenes de radiografías, resonancias y tac que a través de un sistema de GPS lo faculta para localizar la lesiones y llevar a cabo procedimientos intervencionistas con mayor precisión y seguridad. En consecuencia, lo que anteriormente se hacía de forma ciega, ahora ya se puede hacer de forma ecoguiada. Es el caso de punciones, biopsias o ablación de tumores.

Entre los beneficios de la aplicación del ecógrafo con la técnica de fusión de imágenes destaca la reducción del tiempo de ejecución de la prueba diagnóstica al disponer de una mejor visualización de las imágenes. Ello redunda en una reducción del número de punciones, de la aplicación de anestesia y reducción del dolor, minimización de complicaciones e incremento de la comodidad y satisfacción del paciente. A ello sumar el incremento de la seguridad del paciente al evitar, a través de los ultrasonidos, la exposición a radiaciones ionizantes.

Del funcionamiento de este nuevo equipamiento tecnológico podrán beneficiarse más de 8.000 pacientes al año procedentes del área de hospitalización, consultas externas y urgencias. Ya lo están aplicando dos radiólogos especializados en la nueva tecnología adquirida con el soporte de profesionales de enfermería y técnicos de Radiodiagnóstico.

ESPECIAL UTILIDAD PARA EL DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DE PRÓSTATA
Entre las diferentes aplicaciones de esta nueva tecnología, el hospital sevillano tiene previsto el desarrollo de punciones para biopsia de próstata. El cáncer de próstata es el más frecuente entre la población masculina y el tercer tipo de cáncer con mayor mortalidad. Para que este tumor pueda ser curado con éxito y con el menor número de secuelas posibles, es fundamental no sólo un diagnóstico precoz sino que se disponga de información detallada del tamaño, localización y agresividad del tumor para así personalizar al máximo el tratamiento.

Sin embargo, con las biopsias transrectales convencionales (que son las que se realizan de forma habitual en la mayoría de los centros) las muestras se toman mediante un patrón de muestreo generalmente a ciegas y tomando entre 10 y 14 muestras. Los especialistas recogen muestras en zonas tumorales, pero también en zonas no tumorales. Como consecuencia, además de ser una prueba muy dolorosa, los diagnósticos arrojan altos casos de falsos negativos.

En cambio, la biopsia prostática por fusión de imágenes mejora la eficiencia en el diagnóstico de este tumor. Fusiona la ecografía transrectal convencional y la resonancia magnética generando un mapeo prostático que les guía en el momento de la biopsia y la recogida de muestras exclusivamente en las zonas detectadas como sospechosas o tumorales. El diagnóstico es más fiable, preciso y con ello disminuye la tasa de repetición de la prueba.

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