La Dirección General de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla ha tramitado una orden para clausurar el Auditorio Rocío Jurado, ubicado en La Cartuja, debido a múltiples irregularidades calificadas como “graves” en materia de accesos, instalaciones y modificaciones realizadas a la infraestructura del complejo, actualmente utilizado para albergar espectáculos y conciertos musicales. De hecho, para esta misma noche está previsto el del cantante Miguel Poveda, y para la semana que viene el de David Bisbal.
Así se detalla en la resolución de fecha 22 de mayo, a la que ha tenido acceso Viva Sevilla, donde se detallan minuciosamente las deficiencias detectadas tras una inspección realizada por técnicos del área a las instalaciones, gestionadas por la sociedad TCM Audiovisión, haría precisamente hoy un año, y que motivarán su cierre si no se subsanan de inmediato.
“Se han detectado modificaciones en la accesibilidad, uso y distribución de la geometría de diversas estancias del edificio”, argumenta Medio Ambiente, que enumera irregularidades en “grupos” de ascensores que “no se encuentran operativos”, “modificaciones en los recorridos interiores”, “accesos eliminados”, “cabinas de prensa” ubicadas en el anillo elevado del edificio cuyo acceso se encuentra “clausurado”, al igual que, “parcialmente”, la zona de camerinos.
Además, se detectó cerrado “por ambos extremos” el pasillo que comunica con el local de primeros auxilios y servicios médicos, y detectó deficiencias en la documentación aportada referente al equipo de medición de ruidos, entre otras incidencias.
En materia de seguridad, “los inspectores que suscriben el presente informe comprobaron la existencia de diversos equipos de extinción, constatándose información incompleta o conducente a error”. Igualmente, “la mayoría de extintores portátiles no se encontraban ubicados físicamente en las zonas marcadas con su señalización”, describe el informe, entre otros aspectos.
En la primera parte de la resolución, se considera las irregularidades detectadas como infracciones “graves” de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía (Lepara), sancionables con multas de entre 300 y 30.000 euros. Y también de la Ordenanza contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones del Ayuntamiento de Sevilla por la “no verificación de los instrumentos de medida”. En total, la cuantía de sanción propuesta por estos aspectos asciende, según reza el informe, a 3.603 euros.
Medio Ambiente otorga a los gestores del Auditorio un plazo de “quince días hábiles” para presentar alegaciones desde que reciban la notificación.
La segunda parte de la resolución afecta directamente a la apertura del recinto. Medio Ambiente “ordena”, como medida de restitución de la legalidad, la clausura de la actividad, concediéndose el plazo de 15 días hábiles a fin de reponer las instalaciones y el local conforme a lo previsto en proyecto técnico del expediente, y hasta que se resuelva el problema de seguridad planteado”.
De hecho, justo después se ordena “notificar esta resolución a la Policía Local para que vigile su cumplimiento y, en caso de no realizarse voluntariamente por el obligado, proceder a la ejecución forzosa mediante el precinto correspondiente”.
Consultada por Viva Sevilla, TCM Audiovisión asegura que esta resolución le fue notificada el pasado 6 de junio (el plazo de 15 días hábiles cumpliría, pues, el próximo miércoles), pero que ya la recurrieron por estar “plagada de errores, empezando por la fecha de la supuesta inspección, que en realidad fue en octubre, y no en junio”.
En ese sentido, la empresa que gestiona el Auditorio defiende que, en esa época, una vez se acaba la temporada de conciertos, las instalaciones se “invernan”, de ahí las modificaciones para cerrarlas hasta la temporada siguiente.
TCM sostiene que su limitador de ruido sí está legalizado, lo que niega el informe, y que en mayo la Policía adscrita de la Junta levantó acta de las medidas de seguridad implementadas. Así las cosas, culpa de dichos errores a los técnicos y asegura que no habrá cierre: “No se atreverán”.