Texto escrito:
«Dadas las circunstancias en las que me encuentro, fruto de la terrible campaña de difamación y acoso a la que vengo siendo sometido, he decidido presentar mi renuncia irrevocable al cargo de hermano mayor.
He venido y continúo siendo víctima de todo un enjambre de mentiras y falsedades que sobre mi persona, situación y actividades se están vertiendo en redes sociales y medios de comunicación. Los causantes de ello, lejos de conformarse con tenerme como diana única de dichas difamaciones, ampliaron su círculo a mi familia más próxima, mi mujer y mis cuatro hijos. Todo igualmente falso en su totalidad. Tuve incluso que suspender temporalmente la actividad profesional ya que la puerta de mi casa y consulta estaba con periodistas, micrófonos y cámaras intentando entrevistar a quien entrase o saliese de ella.
Ante la cohesión familiar y cariño que siempre me muestran mi mujer y cuatro hijos, la emprendieron y continúan haciéndolo contra la Junta de Gobierno, a pesar de ser conscientes del daño que le hacen a la Hermandad.
Desde hace un tiempo, no contentos con todo el daño que están haciendo no sólo a mi persona sino también a cuantos se relacionan conmigo, han emprendido otra feroz campaña contra las Autoridades Eclesiásticas en base a un supuesto y falso trato de favor por sus, de nuevo, falsas afirmaciones de haber tenido como paciente al máximo pastor de nuestra Archidiócesis, con lo cual se incide de nuevo en insidias, falsedades y difamaciones. Ya no solo soy yo, ni mi familia, ni la junta de gobierno de la hermandad el objeto de tan terrible ensañamiento, sino todo lo que pueda moverse alrededor, sea a costa de las falacias y mentiras que sean.
Por todo ello, dadas las circunstancias, presento mi renuncia irrevocable, tras quince años de ejercer el cargo. Gracias por vuestro apoyo mayoritario expresado libremente en las urnas cada una de las cuatro veces en que me he presentado. Gracias por vuestro también mayoritario apoyo en todos y cada uno de los cabildos generales ordinarios y extraordinarios celebrados durante dichos periodos. Gracias por vuestras llamadas y mensajes de apoyo. Gracias a todas y cada una de las juntas que han colaborado con la Hermandad durante este tiempo. Y gracias sobre todo a mi mujer e hijos que de forma tan inquebrantable me han apoyado siempre.
Y para terminar, un fuerte, muy fuerte abrazo.
Javier Criado Fernández»