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Sevilla

Fiscalía dice que el acusado ejecutó un \"plan preconcebido\" para asesinar a su hermano

Constituido el jurado encargado de enjuiciar al imputado

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La Fiscalía de Sevilla considera que Francisco G.C., el hombre acusado de matar de tres disparos a su hermano en junio de 2013 en una nave de la agrupación agrícola ganadera 'La Jarilla' de La Rinconada, puso en marcha un "plan preconcebido" para acabar con la vida de la víctima debido a la existencia de "graves problemas económicos" entre ambos.

   La Audiencia Provincial ha acogido este lunes la constitución del jurado encargado de enjuiciar al imputado, que ha quedado finalmente compuesto por siete mujeres y dos hombres --más otros dos hombres que actúan como suplentes--, tras lo que se han presentado los alegatos previos por parte del Ministerio Público, la acusación particular que ejercen la viuda y los tres hijos del fallecido y la defensa.

   La fiscal, que pide para el acusado 20 años de cárcel por un delito de asesinato y otros dos por tenencia ilícita de armas, ha puesto de manifiesto que víctima y acusado "tenían unas relaciones malísimas" y en el momento de los hechos "ni siquiera tenían relación" debido a "graves problemas de índole económico", lo que motivó que el acusado pusiera en marcha "un plan preconcebido" para matar a su hermano usando para ello un arma para la que no tenía licencia y que, a día de hoy, no ha sido hallada.

   Durante la exposición de sus alegaciones, la fiscal ha dicho que, aunque en este caso no existe un testigo "que viera directamente" cómo se cometió el asesinato, sí hay una serie de indicios para poder condenarlo, punto en el que ha hecho alusión a los testigos que declararán en el juicio, entre ellos un testigo protegido, quienes podrán aclarar "si existían envidias, rencillas o deudas económicas entre ambos".
"NO SABEMOS QUÉ VA A DECIR" EL IMPUTADO

   Asimismo, la representante del Ministerio Público ha asegurado que "no sabemos qué va a decir" el acusado en su declaración, prevista para las 10,00 horas de este martes, pues "desde su detención no ha declarado nunca".

   De su lado, la abogada que ejerce la acusación particular en nombre de la viuda y los tres hijos del fallecido, María José González, que pide para el acusado 23 años de prisión y el pago de una indemnización de 600.000 euros, ha asegurado que la familia únicamente "quiere que se haga justicia" y ha indicado que son ellos "los primeros que hubieran deseado" que el acusado no fuera el hermano de la víctima.

   Al hilo, la letrada ha querido destacar que el imputado "no acabó con la vida de su hermano de una forma cualquiera", sino que ejecutó "un plan preconcebido" a través del cual "quería, quiso y al final acabó con la vida" de la víctima, usando para ello un arma "que tenía desde hace tiempo y para la que no tenía permiso". "Hay muchas pruebas de que ha sido él aunque nos duela que haya sido", ha concluido.

"NO HAY NINGUNA PRUEBA" CONTRA EL ACUSADO

   El abogado del acusado, Nicomedes Rodríguez, ha defendido la inocencia de su patrocinado, motivo por el que pide su libre absolución, y ha asegurado que "no hay prueba directa que evidencie quién mató a Manuel". "No hay ninguna prueba que acredite que disparó a su hermano", ha subrayado el letrado, quien ha recordado que en este caso "se abrió una línea de investigación que no indicaba" que el acusado fuera el autor de la muerte.

   Asimismo, ha indicado que su cliente contestará este martes "a todas las preguntas" que le formule la fiscal.

   En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público relata que el acusado, que poseía una pistola detonadora transformada para disparar munición careciendo de las oportunas licencias y permisos de armas reglamentarios, mantenía con la víctima "fuertes rencillas y casi nulas relaciones desde hacía años, a raíz de graves problemas de índole económica".

   Ambos hermanos, según el fiscal, "usaban indistintamente una nave propiedad de la madre de ambos" ubicada en 'La Jarilla' para el almacenamiento de aperos y maquinaria agrícola, sirviendo a su vez como taller y garaje de vehículos tanto de uso agrícola como turismos, "si bien últimamente se encontraba en desuso al haber cesado el acusado en sus actividades agrícolas, mientras que la víctima solo la utilizaba como taller".

LOS HECHOS

   El imputado "conocía" que la víctima, algunos domingos o festivos, acudía sola a dicha nave para realizar determinados arreglos de su maquinaria, sobre todo en época de recolección de cosechas, de manera que, "en ejecución de un plan preconcebido y con la intención de acabar con la vida de su hermano", se dirigió en su coche a la nave sobre las 10,00 horas del 16 de junio de 2013 "llevando puestos un sombrero de paja y unas gafas de sol".

   Una vez allí, y portando la pistola referida, el acusado se apostó en un lugar "desde el que acechaba la llegada de su hermano", tras lo que, "una vez cerciorado de que éste se encontraba en el interior de la nave, y mientras se encontraba arreglando una bomba de agua", el acusado entró y "de frente y a escasamente un metro de distancia, haciendo con ello imposible cualquier reacción defensiva, efectuó dos disparos con la intención de provocar la muerte de su hermano".

   Uno de los disparos impactó en el ojo izquierdo de su hermano y otro en la región temporal, lo que provocó la caída de la víctima, y una vez en el suelo, Francisco G.C., "apoyando el cañón sobre la sien izquierda, o sea a cañón tocante", efectuó un tercer disparo sobre su hermano.

   Todas las heridas "determinaron la muerte inmediata" de la víctima "al causar lesión irreversible de los centros nerviosos vitales", según la Fiscalía.
 

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