El Sevilla frenó su racha negativa de seis partidos sin ganar al vencer hoy en Vallecas al Rayo (0-1) con un tanto en la segunda parte de Coke, que premió a un conjunto hispalense liderado por el croata Rakitic muy rácano en su planteamiento pero que supo aprovechar las ocasiones mejor que su rival.
Conscientes de la importancia de este choque para el Rayo, la directiva franjirroja hizo un llamamiento a la afición mediante una promoción de precios populares y la hinchada rayista respondió con creces. De esta manera, el estadio de Vallecas presentó una de sus mejores entradas de público, la afición no dejó de animar al equipo durante los noventa minutos de juego con cánticos a veces atronadores y hasta el fondo que no tiene asientos lució un enorme mosaico multicolor para motivar a los jugadores.
En el partido ninguno de los dos equipos se contagió del buen ambiente que había en las gradas, puesto que en la primera parte las ocasiones brillaron por su ausencia y la tónica dominante fue la de la igualdad en casi todos los apartados.
El Rayo, quizá por su condición de local, buscó más insistentemente la portería rival, sobre todo a través de los extremos Lass Bangoura y Iago Falque, pero sus mejores acercamientos acabaron en algunos disparos lejanos sin peligro y en un par de acciones dentro del área bien solventadas por la zaga visitante.
El Sevilla fió su destino a la seguridad defensiva, las jugadas a la contra con la rapidez del colombiano Carlos Bacca y a las acciones a balón parado, siempre centradas por el croata Ivan Rakitic, que llevaron mucho peligro a la portería rayista.
En el conjunto madrileño destacó especialmente el portugués Zé Castro, encargado de frenar las acometidas sevillistas. El central rayista cumplió de manera eficiente con su papel, lideró a la zaga local y se mostró muy seguro en todas sus intervenciones.
A los 54 minutos, se rompió la monotonía del partido y el Sevilla pudo adelantarse en el marcador con un disparo cruzado dentro del área de Rakitic que Rubén repelió a córner.
La réplica a esa jugada la dio el Rayo un minuto después con una jugada individual de Jonathan Viera que terminó con un disparo alto tras una pared en la frontal del área con Iago Falque.
La mejoría que el Sevilla estaba experimentando en la segunda parte quedó patente a los 57 minutos cuando el exrayista Coke cabeceó a la red un centro de Rakitic en una falta lateral.
El gol encajado provocó que el técnico del Rayo, Paco Jémez, decidiera dar entrada a dos delanteros, Samuele Longo y Joaquín Larrivey, y poner una defensa de tres para ir en busca de la remontada.
El Rayo lo intentó de todas las maneras y pudo igualar la contienda con un disparo de Larrivey a la media vuelta que se marchó desviado y con otro remate de Viera que salió por encima del travesaño.
La expulsión por doble amarilla del sevillista Vicente Iborra a los 83 minutos levantó los ánimos de la afición local, que empujó a su equipo hasta el final ante un Sevilla errático y metido atrás que defendió como pudo, ralentizó los tiempos con el balón en juego y se limitó a juntar sus líneas para minimizar los ataques rayistas.