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Sevilla

La plantilla de Roca comienza una huelga de hambre

Los trabajadores de la fábrica de Roca en Alcalá de Guadaíra han iniciado una huelga de hambre en las instalaciones de un parque de bomberos cercano a la factoría en contra del expediente de regulación de empleo

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  • Roca, muy presente en el 28F -

Un grupo de 12 trabajadores de la planta de Roca de Alcalá de Guadaira (Sevilla) han iniciado una huelga de hambre en las instalaciones de un parque de bomberos en Alcalá de Guadaíra cercano a la factoría en contra del expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la empresa, que pretende cerrar la factoría de Alcalá, según han indicado a Europa Press fuentes sindicales, quienes han pedido a la Junta de Andalucía que presente denuncia contra la empresa por "estafa e incumplimiento de los acuerdos alcanzados a raíz del cierre de Cerámicas Bellavista".

   Fuentes sindicales han indicado que este lunes se han reunido con el alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones, junto al que han vuelto a denunciar la situación de la empresa y la posición sindical y se han ofrecido argumentos contra el cierre de la fábrica sevillana.

   Los trabajadores instan a la Junta de Andalucía a que "denuncie a Roca ante los tribunales por estafa e incumplimiento de los acuerdos que provocaron el cierre de Cerámicas Bellavista, pues cuando cerró esa fábrica, con sede en Dos Hermanas, se argumentó que se quería potenciar la planta de Alcalá, pero ahora la empresa también quiere cerrarla".

   "Entonces en la planta nazarena se producían entre 35.000 y 40.000 piezas al mes y en Alcalá se ha llegado a un total de 36.000 pero en los tres años desde 2010 y 2012 con una inversión solamente del tres por ciento", indican los trabajadores, quienes consideran que la empresa incumple las resoluciones ministeriales y de la Junta de Andalucía y lo califican de "estafa".

   Asimismo, los trabajadores pretenden ir ante la Audiencia Nacional para presentar una denuncia judicial por el ERE, ya que, "como no tenemos la tutela de la administración laboral --ni Ministerio ni Junta-- porque no lo permite la ley, buscaremos la tutela judicial".

   Ante esta situación, tras llevar 56 días de huelga, han vuelto a convocar otro mes de huelga indefinida, que irá acompañada de la venta de 'bonos solidarios', esto es, bonos de cinco euros con el que se ayudarán a las familias de cada uno de los trabajadores, toda vez que "llevan muchos días sin cobrar a raíz de esa huelga, por lo que se ayudará con este dinero a estas familias a afrontar situaciones en muchos casos complicadas, con amenazas de desahucio o cortes de luz".

   Estos trabajadores, que en su mayoría tiene prácticamente agotado la prestación por desempleo a consecuencia del ERE, los llevarán para la venta en todas sus marchas, los repartirán por entidades sociales que quieran colaborar, y también instalarán los fines de semana mesas informativas por Sevilla.

   Asimismo, un grupo de 12 trabajadores ha iniciado una huelga de hambre en el centro de emergencias del parque comercial Cabeza Hermosa, cercano a la factoría, que tendrá carácter indefinido, "hasta que la dirección de la empresa rectifique su posición y mantenga la actividad en Alcalá".


MARCHAS A PIE DESDE ESTE MARTES

   Junto al paro indefinido y a la huelga de hambre, los trabajadores llevarán a cabo desde este martes una serie de marchas a pie desde la factoría hasta cada uno de los municipios más afectados y la Diputación de Sevilla para recabar el apoyo de los ciudadanos ante el ERE.

   Así, el día 5 de marzo los trabajadores de Roca celebrarán una marcha desde la puerta de la fábrica al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, en la primera de las marchas que los empleados de esta fábrica van a llevar a cabo durante marzo y abril a los distintos pueblos afectados por el cierre de la planta.

   De esta forma, tras Alcalá, se harán marchas a pie a Mairena del Alcor, el 8 de marzo; a Arahal, el 12 de marzo; Dos Hermanas, el 15 de marzo; Utrera, el 20 de marzo; Los Palacios, el 2 de abril; El Viso del Alcor, el 5 de abril; y Sevilla, el 9 de abril.

   Las fuentes precisan que la idea es terminar el 23 de abril con una marcha a la Diputación de Sevilla. Todo ello, para recabar el apoyo de los ciudadanos.


APOYO DEL ALCALDE

   Por su parte, el alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, ha reiterado "el total apoyo del Ayuntamiento a los trabajadores de Roca de la ciudad" y ha "lamentado muy profundamente" que los trabajadores se encuentren en una situación de desesperación tal que les lleve a iniciar una huelga de hambre.

   Según una nota del Ayuntamiento, el alcalde ha insistido en que "existen todos los apoyos institucionales necesarios, ayuntamientos, Junta de Andalucía, Gobierno central y Consejo Europeo para que la empresa entienda la necesidad de negociar un plan de viabilidad de la factoría alcalareña, asumiendo de una vez por todas su responsabilidad social".

   Gutiérrez Limones también ha apoyado a los trabajadores en sus llamadas de atención sobre el incumplimiento de la empresa de los acuerdos adquiridos en 2010, cuando se cerró la fábrica de cerámicas Bellavista para potenciar la de sanitarios de Alcalá de Guadaíra, "que entonces creímos pero no hemos visto compensada por las inversiones".

   "Los trabajadores de la planta alcalareña han pasado mucho y han pagado los costos de ese engaño", por ello le pide a Roca que "no diga más públicamente que va a cerrar la planta alcalareña para potenciar otras en Burgos o Castellón, porque esos productos serán sanitarios pero no son de la marca Roca".

   La intención de la dirección de la empresa, según Gutiérrez Limones, "es un despropósito, primero, porque no se ha demostrado que económicamente la empresa no sea viable, recordando que es una multinacional expansión en los cinco continentes y, segundo, porque tiene que presentar las cuentas completas y reconocer qué parte de su producción y expansión debe a los trabajadores y consumidores de su país".

   "Si Roca llevase su propósito a término no sería la historia del éxito de una empresa familiar que se convierte en una multinacional, sino una historia de ingratitud que conseguiría la reprobación de su gente, que no serían sus cómplices ni sus consumidores", ha matizado.

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