Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal dedicado a hurtar a personas de avanzada edad, en una operación que se ha saldado con la detención de dos de sus miembros y la investigación de una tercera persona.
Estas tres personas se desplazaban desde una localidad cercana Sevilla y en cada robo podían recaudar cantidades de hasta 1.000 euros, según informa en un comunicado.
Las víctimas, siempre de avanzada edad y muchas de ellas "de especial vulnerabilidad, dado su estado físico", se acercaban a una sucursal bancaria para retirar dinero en efectivo, bien en el cajero automático o en la ventanilla de caja, mientras era vigilada por una de los ahora arrestados.
Esa persona indicaba a las otras dos que actuaban con ella a quién tenían que seguir. Una vez habían comprobado que no estaban siendo observadas por nadie y sus víctimas "se encontraban distraídas", procedían a sustraerles el efectivo que portaban y que acababan de retirar del banco.
Los dos detenidos han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial.