La Asociación por la Recuperación de la Memoria Democrática, Social y Política de San Fernando (Amede) ha conmemorado este 14 de junio, día de Recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la Dictadura, con una concentración en la fosa común del cementerio de San Fernando donde se están realizando excavaciones para recuperar restos de represaliados en la Guerra Civil.
La secretaria de la asociación, Carmen Ponce Cereceda, fue la encargada de leer el manifiesto en el que se aclara que aunque la Ley llama a celebrar en esta fecha actos de reconocimiento y homenaje a esas víctimas de la represión franquista para mantener su memoria viva y reivindicar los valores democráticos y la lucha del pueblo andaluz por sus libertades, de lo que se trata en ese acto era de reivindicar más medios para avanzar en los trabajos de recuperación de los cuerpos.
“Los trabajos de exhumación de las víctimas del franquismo son la parte de la ley que mayor sacrificio y dificultad conllevan, pues tratan de trabajos con una importante complejidad técnica, en los que se demuestra un incesante sacrificio y en los que, por otro lado, la aportaciones económicas con las que está dotada la ley, atraviesan un laberinto burocrático y cuenta con unas cantidades insuficientes”, dice el manifiesto como primera consideración.
La llamada a las Administraciones se produce, además, cuando finalmente tienen que ser las asociaciones las que, “muchas veces, gracias al trabajo incansable de los voluntarios y el equipo técnico” sacan adelante el trabajo diario, mientras esperan recibir una financiación que lleva a estas entidades a buscar dotaciones alternativas.
“Por eso estamos hoy aquí a pie de fosa. Primero, para manifestar nuestro agradecimiento a todas esas personas que diariamente participan en la localización, exhumación e identificación de estos vecinos isleños y andaluces que llevan años pidiendo verdad, justicia y reparación”, leyó Ponce Cereceda.
En segundo lugar, “porque reclamamos una ley de acompañamiento económico que contribuya a generar avances reales y efectivos en las intervenciones. Unas prestaciones que se adapten a las dificultades de cada una de las fosas y, realmente, sean un apoyo a los problemas que surgen en todas ellas, agilizando los temas burocráticos con efectividad”.
Amede reclama para la fosa de San Fernando unos medios y un aporte económico que, “a día de hoy, no tenemos y necesitamos urgentemente para que ninguno de los represaliados se quede sin ser recogido del olvido, ya que estas medidas también ayudan a construir el reconocimiento a quienes murieron defendiendo los valores de libertad y democracia de los que hoy podemos disfrutar”.
Entre las intervenciones de familiares de represaliados no faltaron las demandas de ayudas a las autoridades que en esta misma jornada habían organizado con varios años de retraso una quita de placas franquistas, con el fin de sortear las especiales condiciones de la fosa común del cementerio.
En el acto estaban presentes los delegados socialistas Conrado Rodríguez y Antonio Rojas, que manifestaron que tomaban nota de las reclamaciones de los familiares de represaliados.
Rodríguez no tuvo reparo alguno en convertir un acto íntimo ligado a la memoria de los represaliados en un acto de su campaña de presupuestos, con la que viene anunciando partidas a los colectivos sociales y advirtiendo de que no las tendrán si la oposición no les vota las cuentas de este año que no han sido capaces de consensuar con ningún partido municipal.
Conrado Rodríguez aseguró que en los presupuestos se ha previsto una “posible intervención en la fosa común”. “Por eso es importante que los presupuestos cuenten con apoyo para acometer este ejercicio de dignidad y de compromiso con estas familias y con la memoria democrática”, dijo sin ningún reparo el socialista.
También se leyó un escrito de Miguel Ángel López Moreno, miembro de Amede y del Ateneo Republicano y Memorialista de La Isla (ARMI), que no pudo asistir al encuentro por enfermedad.
En este escrito se deja constancia de los fusilamientos de militares leales a la República que fueron pasados por las armas durante el golpe militar de 1936.
La lectura de un poema de José Mesa Núñez sirvió para poner fin al acto antes de arrojar rosas rojas en la fosa en la que se están realizando actualmente las excavaciones.
