Casi una década antes de la llegada masiva de dispositivos móviles inteligentes y de internet a la mayoría de hogares, llegó a Proyecto Hombre el primer caso de adicción al teléfono móvil.
Desde entonces, han reorientado sus terapias y talleres preventivos en centros educativos para atender esta nueva adicción, que cala con facilidad entre los adolescentes. Ahora cumplen 25 desde que su proyecto se pusiera en marcha, y para ello han presentado un estudio, elbaorado de forma conjunta con la Universidad de Cádiz (UCA), en el que analizan las conductas abusivas de los adolescentes frente a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la provincia de Cádiz.
El estudio fue presentado en rueda de prensa en la sede de la UCA en Jerez, y ha sido dirigido por el doctor y profesor de la UCA, Víctor Marí, quien ha indicado que “este estudio quiere explorar la relación de los adolescentes y el uso abusivo del móvil”, pero salvando los enfoques convencionales de “la mirada adulta que moraliza o prohíbe el uso de estas tecnologías” y la de los jóvenes que “naturalizan por completo estas tecnologías”.
Así, el estudio muestra elementos importantes que pueden dar una pista de por dónde se mueve la conducta de los adolescentes a usar los teléfonos móviles e internet. El informe dirigido por Marí revela, por ejemplo, que un 86,4 % de los adolescentes de la provincia usa varias veces al día la aplicación de mensajería móvil Whatsapp, y que el acceso mayoritaria a internet se hace a través de los teléfonos inteligentes y de los ordenadores portátiles.
El 86,4 % de los chicos tiene un ordenador portatil personal, y el mismo porcentaje tiene un smartphone, de lo que se deduce que son los principales dispositivos de acceso a los contenidos que se lanzan a la red.
El estudio, que ha sido además editado con el apoyo de la Obra Social La Caixa, muestra también pautas de comportamiento de los adolescentes en su tiempo libre y de qué actividades prefieren: llama la atención que chatear es la principal. Esta es la actividad de ocio más frecuente en los días lectivos (un 19,4 %), mientras que los fines de semana, esta actividad es desarrollada por un 12,6 % de los adolescentes gaditanos frente al 40,4 % que elige el fin de semana para salir con amigos. En el conjunto de la semana, dos de las tres actividades de ocio más frecuente entre este tramo de edad están relacionadas con las nuevas tecnologías.
La falta de una educación sólida sobre el uso de las nuevas tecnologías y de cómo gestionar el tiempo que se emplea en su uso, hace que los adolescentes se encuentren la mayoría de las veces sin recursos para gestionar lo que potencialmente puede ser una adicción. Por eso, indican los expertos, es necesario el control de los padres y la fijación de límites en el uso para evitar conductas abusivas.
También muestra que la mayoría de los chicos encuestados, un 41,3 %, declara no tener control alguno de sus padres con el uso del móvil e internet. El 24,6 % solo controla el uso que sus hijos hacen dlemóvil, pero no de otros dispositivos. El 18,9 % hace un control cuantitativo en cuanto al tiempo que sus hijos pasan en internet, pero solo el 6,1 % controla los contenidos que sus hijos descargan de la red y el 5,2 % controlan las páginas a las que acceden los menores.
La intención del equipo investigador del doctor Marí es determinar cuáles son los condicionantes socioculturales que mueven a los adolescentes a hacer este uso a veces abusivo de las tecnologías:cómo operan estas tecnologías en los lazos de pertenencia al grupo, a la integración y a la configuración de la identidad de los adolescentes para así prevenir adicciones.
