Fruteros en pie de guerra. Los propietarios de los negocios que se encuentran localizados en el perímetro que va desde la calle San Rafael hasta el final de la calle Real están dispuestos de ir de la mano contra el Ayuntamiento si no observan que hay un guiño por parte municipal para atajar el problema. Un problema que no es otro que la retirada del género de la calle y no poder exponerlo para que el cliente pueda ver qué se ofrece cada día. Estiman esta medida les está suponiendo pérdidas que pueden rondar unos 150 ó 200 euros de venta por no poder sacar a la calle el producto, o lo que es lo mismo, en torno al 40 por ciento al mes.
Están dispuestos a pagar incluso tasas por tener los expositores en la calle, es decir, que no se niegan a tener que pasar por caja. Por ello, van a pedir una reunión a la alcaldesa, Patricia Cavada, para intentar alcanzar un acuerdo satisfactorio para todas las partes. Si éste no llega, no descartan tomar medidas.
José Vila, que tiene varios negocios de frutería en la zona centro de San Fernando, se ha erigido es una especie de portavoz de los fruteros que se están viendo afectados por esta medida municipal y habla sobre cómo está incidiendo en las ventas. “Hemos sufrido un importante recorte desde hace un par de semanas hacia acá y esto se nos está yendo de las manos. Yo tengo mucha gente trabajando y esto repercute de una manera negativa. Incluso puede provocar que tenga que despedir a gente por el hecho de que no voy a poder pagarles a final de mes”.
Estima que las pérdidas pueden rondar unos 150 ó 200 euros de venta por no poder sacar a la calle el producto, o lo que es lo mismo, en torno al 40 por ciento al mes.
Vila señala que lo que están intentando es alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento para buscar una regulación que les permita seguir teniendo la fruta a la vista del público en plena calle, algo primordial para este sector. “Entendemos que hay que buscar una fórmula para que no tengamos que quitar lo que es nuestro escaparate, al igual que sucede con los bares que montan sus terrazas. Que nos corten las alas del tirón como ha sucedido nos está causando problemas. Gracias a ese escaparate las mujeres ven el producto, miran precios y es cuando se deciden a entrar para comprar. Yo particularmente tengo mucha gente a mi cargo y voy a lucha hasta el final”.