Juan González Mesa, escritor y colaborador de esta casa desde hace varios años, ha sacado al mercado una nueva creación literaria que lleva por título Hijo Blanco de la Noche y que ha visto la luz gracias a la apuesta decidida que ha realizado por ella la editorial Obscura. En la siguiente entrevista da unas pinceladas sobre lo que va a encontrarse en este nuevo trabajo que, a buen, seguro no dejará indiferente.
Haití, zombis, vudú, ejército del Vaticano…, de primeras apunta a que Hijo Blanco de la Noche va a tener en vilo al lector desde la primera hasta su última página, ¿de eso se trata no?
—Pues sí. Es una novela de aventuras, en una ambientación inesperada, pero aventuras, al fin y al cabo. Hay cantidad de conflicto y de tramas secundarias que orbitan en torno a una trama sencilla: esta es la historia de una incursión militar en territorio enemigo. La hemos visto en Depredador, Doce del patíbulo, Malditos Bastardos… Sucede en el año 2000 de nuestro mundo, pero un mundo distinto debido a la existencia del imperio del vudú, que lleva dos siglos condicionando la geopolítica y también el avance de la tecnología. Esa es la propuesta. .
¿Cuántas horas de trabajo hay detrás de esta nueva creación literaria suya?
—Le mentiría si le digo que lo sé. No fichas entrada y salida. Si lo ponemos en una jornada laboral normal, yo imagino que es fácilmente un año o año y medio de trabajo. Y en el trabajo sobre la ambientación de la que solo vemos parte en el libro, pues más o menos lo mismo.
Y cómo de importante ha sido encontrar el respaldo de una editorial como Obscura.
—Obscura es una editorial de gente al mismo tiempo ilusionada y profesional, y yo creo que esa es la clave, que flipen contigo, que se ilusionen contigo, pero sepan ver las señales de Ceda el Paso y Stop que muchas veces los escritores no vemos. La novela lleva trabajo editorial detrás, trabajo real para mejorar la obra, no solo corrección y maquetación, y eso es un lujo. Son muy grandes.
En un principio se iba a llamar El Martillo de Dios y finalmente se ha optado por Hijo Blanco de la Noche, ¿se puede saber el motivo?
—No me terminaba de convencer el primer título y además hubo gente, no me acuerdo ahora, que me referenció que ya existía en alguna otra obra. De todos modos, cuando me vino a la cabeza el título actual, Hijo blanco de la noche, supe que ese era el título porque conseguía exactamente lo que uno necesita que un título consiga: que adelante el tono del libro. Osado, entre épico y poético, que sugiere un contraste entre mundos. También ten en cuenta que primero comencé con la ambientación y de ahí iba a salir inicialmente un juego de rol, luego un cómic… hubo un baile interesante para decidirme si estábamos poniendo título a un capítulo de algo, solo a una ambientación o a una obra completa. Hijo blanco de la noche es título para una obra completa.
De momento, las críticas de compañeros y de personas vinculadas al mundo de la literatura parecen inmejorables.
—Tengo buenas sensaciones. Creo que hemos tocado una tecla y podría funcionar. Es decir, hemos entrado en el mercado y en el mundillo sacando un conejo de la chistera, un as de la manga y un sable de la boca. La gente se ha quedado loquísima con la propuesta. ¿Steampunk y vudú? ¿Qué es eso? Toma mi maldito dinero. Hay veces que arriesgas y la gente no te entra al juego y a veces que arriesgas y sí. Esta creo que ha sido de las veces que sí.
¿Cuál sería para usted el mejor piropo que le podría dedicar alguien que se haya leído este nuevo libro?
—Que se ha enamorado de los personajes sería el mejor halago a nivel comercial. Que escribo las escenas de acción como nadie sería el mejor halago a nivel literario.
Tras acabar el proceso de elaboración y antes de que entre en máquina el libro, ¿lo lee alguien de su círculo más cercano para darle el beneplácito definitivo?
—Al comienzo del libro hemos puesto frases de personas del mundillo, principalmente escritoras y escritores, a los que se ha pasado el libro en algún momento del proceso. Fue con sus impresiones iniciales con lo que nos hemos dado cuenta de que teníamos algo importante entre manos. Pero antes que en cualquier otra mano, el libro siempre pasa por las manos de mi hermano, que es quien mejor puede entender lo que he intentado y si lo he conseguido.
Lo ha presentado en Cádiz, ¿tiene previsto hacer algo en San Fernando?
—No ha surgido con ninguna librería. La verdad es que, desde que cerró La Buhardilla, el ambiente cultural en San Fernando se ha resentido. Ahora mismo estoy un poco ciego de referentes. Para estas cosas no es bueno que sea solo el autor el que quiere; debe haber una complicidad con el otro lado, con quien pone la casa.
Como experto en Cinematografía, ¿le gustaría que este último libro tuviese continuidad en la gran pantalla?
—Bueno, no soy experto, aunque algo he hecho. Y, sí, creo que no hay nada en el libro que no se pueda trasladar con total fidelidad a la pantalla, ya sea para una película o una serie; creo que las plataformas están apostando por producciones de género fantástico de calidad, con ambientaciones propias y bien definidas, como no se ha hecho antes. Así que, si Guillermo del Toro nos está leyendo, le pediría yo que le diera una pensada a esto. Steampunk y vudú, amigo. Vamos, no me jodas.