La Hermandad del Rocío de San Fernando avanza por el Coto de Doñana en su segundo día de camino, después de verse obligada a suspender la misa de primera hora de la mañana por la lluvia. La mañana ha resultado con lluvias muy fuertes y el embarque se ha desarrollado con normalidad, aunque con un mayor esfuerzo por parte de todo el dispositivo del Plan Romero 2016, bien coordinado por la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, que incluso está revisando el interior del Coto de Doñana, de cara a valorar el paso de las hermandades y el riesgo existente.
En este sentido, se espera que tanto los romeros, animales y carretas continúen por el camino tradicional, mientras que se contempla la posibilidad de que los vehículos se desvíen por la carretera de los linces. El delegado del Gobierno en Cádiz, Fernando López Gil, ha manifestado esta mañana que se espera que los vehículos “lleguen hasta el poblado de Doñana y, una vez salvado uno de los escollos en forma de bolsa de agua, puedan volver hacia atrás para poder dar avituallamiento a los peregrinos.
El isleño López Gil ha destacado que «ha llovido mucho y va a seguir lloviendo, los caminos están realmente encharcados y hay sitios con balsas de agua importantes». En este sentido, ha indicado que «hay tres puntos complicados, algunos salvables y otros difíciles de transitar».
La primera hermandad que ha cruzado al coto es la de La Línea de la Concepción, por lo que ha sido la primera en enfrentarse a las circunstancias. San Fernando ha ido detrás y aunque se han encontrado balsas de agua, la primera parte del camino no estaba tan mal. En función de cómo transcurra el día se irá evaluando la situación y se espera que con el paso de las hermandades, el firme irá empeorando.
Se trata de un camino muy duro para los romeros isleños, pero no falta el canto de las sevillanas y la alegría propia de una romería. Hace décadas que el tiempo no se presenta tan contrario para los rocieros en la anual romería.
