Esta Semana Santa está siendo aciaga para las Hermandades roteñas. La lluvia y el mal tiempo se han cebado con la mayoría de ellas, no permitiendo a los cofrades roteños realizar sus estaciones de penitencia con normalidad. Hasta ahora, salvo el Domingo de Ramos, el Lunes y el Jueves Santo, el resto de días se han visto manchados por la amenaza constante de lluvias, que finalmente hacía acto de presencia fuera o no a la hora esperada.
Ayer no fue, lamentablemente, una excepción. Tanto Veracruz como el Santo Entierro, dos de las Hermandades más antiguas de nuestro municipio y con más tradición, hubieron de tomar la decisión, por otra parte más que acertada, de quedarse en capilla y dejar en manos de la suerte su participación en año que viene en la Semana de Pasión roteña. La lluvia aparecía sobre las ocho y media de la tarde con fuerza, para después parar durante un rato para regresar con fuerza sobre las diez de la noche para estar presente durante varias horas sin interrupción.
La Veracruz tenía prevista su salida a las siete y cuarto de la tarde, aunque se temían lo peor desde que comenzó el día. A pesar de todo, esperaron hasta última hora para tomar la decisión final: no en vano su crucificado es una de las imágenes más antiguas que existen en la Semana Mayor de Rota. A las siete menos cuarto se reunía la Junta de Gobierno en cabildo, para decidir finalmente sobre las siete que la salida no era una opción. Así nos lo comunicaba con tristeza el Hermano Mayor, Juan García Gasca, que explicaba que salir a la calle "podría ser un acto de irresponsabilidad en vista de los partes, que indican lluvia fuerte a las nueve, con chubascos intermitentes hasta esa hora". No se equivocaron esos partes.
La Hermandad de la Veracruz, tras rezar el Viacrucis en el interior de la capilla con todos sus Hermanos, procedía a continuación a abrir las puertas de la iglesia para permitir las visitas de los fieles. Muchas eran las personas que se agolpaban en San Roque deseando visitar a los titulares, y además pudieron disfrutar de un concierto improvisado en plena calle de la Banda Municipal de Música 'Maestro Enrique Galán', que mantuvo el ambiente cofrade y los ánimos bien altos a la Hermandad.
El Santo Entierro no quería rendirse
La Hermandad del Santo Entierro y Soledad de María Santísima tená prevista su salida para las ocho de la tarde, aunque desde las seis se mantenían reunidos para tomar la decisión final. Su Hermano Mayor, José Manuel Sánchez Peña, era consciente de la delicada situación: manejaban distintos partes desde distintas fuentes, y cada uno indicaba una posibilidad distinta. El viento podía ser la causa determinante de un pronóstico u otro, y por un tiempo la Hermandad barajó la posibilidad de realizar un recorrido más corto, ya que las informaciones que manejaban indicaban lluvia a las once de la noche, y no antes.
Mientras se acercaba la hora de salida, la decisión se iba haciendo más y más dificil. Tanto es así, que hasta las ocho y cuarto, quince minutos más tarde de la hora de salida, aún no se sabía la decisión final de la Hermandad. Finalmente y a través de la Policía Local, conocíamos definitivamente que Santo Entierro no saldría este año, y la lluvia apareció para dar aún más fuerza a esa decisión.
Tras el rezo del Viacrucis, los costaleros de la Hermandad trasladaron con mimo a sus titulares hacia el altar mayor de la O, para permitir entonces la entrada a los fieles que quisieron rendir homenaje al Señor en su lecho de muerte y a su Madre, la Soledad. Muchas fueron las personas que quisieron acompañar a la Hermandad en ese momento de recogimiento y luto, ya que a pesar de que no pudieron celebrar su estación de penitencia, sí representaron el dolor de los cristianos por la pérdida de Jesucristo tras morir en la cruz.
Ahora, las Hermandades roteñas esperan al día de mañana, cuando celebran con gozo la Resurrección del Señor, esperando que no se vea de nuevo empañada por las lluvias, ya que aunque los últimos años, a pesar del mal tiempo el Domingo de Resurrección se ha salvado, este año podría ser la excepción que confirma la regla.