El fuerte viento de levante fue el protagonista de la jornada de ayer, Festividad de la Virgen del Carmen, y lo fue ya que obligó a la Hermandad del Carmen a restringir el paseo marítimo de su patrona a las inmediaciones del puerto de Rota, ya que salir a mar abierto hubiese supuesto un riesgo para la imagen y para las embarcaciones que habitualmente la acompañan.
La Hermandad, tras celebrar una Eucarístía en la Iglesia de la O, salía pasadas las siete y media de la tarde de su templo, para iniciar el corto recorrido que separa la iglesia del puerto de la localidad, donde ya esperaban a la Virgen cientos de personas deseosas de acompañarla esa tarde. A pesar del calor y del molesto levante, el pueblo se volcó con la patrona de los marineros, y la arropó durante toda su salida procesional, que se dilató hasta las doce de la noche a pesar del recorte en el recorrido por mar a causa de las inclemencias del tiempo.
La Virgen estrenaba este año diez candeleros y una media luna durante el Triduo dedicado a sus titulares realizados en el Taller de Orfebrería Artesanos de Metal de la Rinconada (Sevilla), y era acompañada musicalmente, como es tradicional, por la banda de música de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El paso de la Virgen fue portado hasta su paseo por el puerto y tras llegar de las aguas por una cuadrilla de veintiséis jóvenes costaleros, dirigidos por José Bedoya Cerpa, y cuyo fiscal de paso fue Francisco José Cos Jiménez, anterior hermano mayor de la cofradía.
Una vez llegada la Virgen al Puerto, fue bajada del paso por un grupo de costaleros, y trasladada con cuidado hasta la embarcación 'Hermanos Corbeto', la encargada desde hace varios años de llevar a la Virgen a recorrer la costa roteña. Este año han sido muchas menos embarcaciones las que han acompañado a la Virgen a causa del recorte en su recorrido: solo media docena de pequeños barcos han podido hacerlo, aunque en el muelle se podían ver casi veinte de ellas dispuestas y engalanadas, que este año se han quedado sin salir.
Cerca de la bocana del puerto se realizaba la tradicional ceremonia de lanzar al mar una corona de laurel, como homenaje a los marineros fallecidos, para luego regresar la pequeña comitiva de nuevo al punto de partida.
Caídas en la rampa del puerto
En el muelle se vivieron ciertos momentos de tensión cuando, en la rampa de bajada de embarcaciones al agua, donde muchos vecinos se amontonaban para ver lo mejor posible la salida de la Virgen, a causa del verdín hasta nueve personas llegaron a resbalarse y caer al agua incluso, algunos resultando algo magullados por la caída. Especialmente angustiosa fue la caída hasta el agua de una mujer y de una niña pequeña, que fueron rescatadas sin problemas. También un hombre cayó dando un espaldazo al tratar de auxiliar a la mujer y a la niña, y al no ser capaz de salir de dicha rampa por miedo a volver a caer, necesitó del auxilio de dos voluntarios de Protección Civil que se acercaron hasta él y le sacaron de allí con la espalda arañada y la ropa mojada, ante el aplauso de los presentes. Los voluntarios hubieron de solicitar, ante las continuas caídas, a un agente de la Guardia Civil a que obligase a los observadores a retroceder, para evitar accidentes de mayor consideración.
Éstas fueron las anécdotas de una jornada procesional en la cual destacó el fervor de los roteños y visitantes por la Virgen del Carmen, que posteriormente realizó su paseo por el centro de la Villa para regresar a su templo a la espera de que el año que viene el viento no la impida recorrer la costa de Rota como todos esperaban.