Alcaldes del Valle del Genal se han reunido en la tarde de hoy en Pujerra para abordar la problemática de la avispilla del castaño y la suelta de Torymus sinensis, predador natural y único método que se ha demostrado efectivo para luchar contra la virulenta plaga, que cada año es más intensa y ocupa mayor superficie, lo que ya está provocando graves afecciones medioambientales y económicas en el sector de la castaña. Los regidores presentes han manifestado que a este encuentro han sido invitados todos los alcaldes del Valle del Genal debido a la relevancia del asunto, por lo que se ha querido dejar claro que en ningún caso la reunión ha tenido connotación política alguna.
Los alcaldes han explicado que los Ayuntamientos financiarán, en principio, el grueso de los 115.000 euros necesarios para adquirir las 500 dosis de Torymus que se soltarán a partir del próximo 27 de mayo, más tarde de lo recomendable para que sean totalmente efectivas. Los Consistorios aportarán en conjunto unos 80.000 euros que les serán reintegrados por parte de la Diputación Provincial de Málaga en forma de subvenciones directas. El resto, 30.000 euros, serán sufragados a partes iguales por la Junta de Andalucía y la Diputación.
Este acuerdo de urgencia se tomó el pasado lunes en una reunión que se celebró en Málaga en la que participaron representantes de la delegación provincial de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, responsables del área de Medio Ambiente y Promoción del Territorio de la Diputación Provincial de Málaga, alcaldes del Valle del Genal, técnicos de medio ambiente y miembros de organizaciones agrarias. Según han manifestado hoy los regidores, el acuerdo tomado es una medida de última hora “ante la pasividad, la inoperancia y la incompetencia de la administración autonómica”, que no ha realizado las gestiones burocráticas oportunas para aprobar la cuarta suelta experimental de Torymus sinensis en el Genal. Los alcaldes han subrayado que de este hecho se denota la falta de compromiso de las administraciones públicas frente a uno de los mayores problemas de carácter socioeconómico que ha sufrido el Valle del Genal en las últimas décadas.
Por otro lado, el pasado 24 de abril representantes de cooperativas y organizaciones agrarias del Valle del Genal mantuvieron una reunión en Madrid con responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En dicho encuentro se informó de que los estudios realizados por científicos del CSIC en los últimos años han determinado que el uso de Torymus no afecta de forma negativa a los insectos autóctonos del Valle del Genal. Este es el primer paso para la autorización de la suelta masiva de Torymus como organismo de control biológico. Esta actuación, que en todo caso no se llevará a cabo este año, ha sido reclamada de manera reiterada por parte el sector desde tiempo atrás para comenzar a paliar cuanto antes los efectos de la dañina plaga de avispilla. En este sentido, en la reunión de esta tarde en Pujerra los alcaldes han especificado que los costes de la suelta masiva deben ser financiados por la Diputación Provincial de Málaga y la Junta de Andalucía.
La conservación de las 3.900 hectáreas de bosques de castaños que hay en el Valle del Genal es totalmente prioritaria por su incalculable valor medioambiental, paisajístico y también económico, ya que unas 1.500 familias del entorno obtienen la mayor parte de sus ingresos de la castaña y la propagación de la plaga significará una importante merma en la producción de este fruto. En este sentido, el mantenimiento de los castañares en buen estado de salud es imprescindible para el desarrollo socioeconómico de la zona, ya que este sector es un pilar fundamental del valle que fomenta el arraigo de los vecinos en los municipios, evitando así su despoblación, y deja en la comarca la nada desdeñable cifra de unos 10 millones de euros al año.
La avispilla del castaño es un insecto que afecta directamente tanto al árbol como a su producción de frutos. Haciendo un recorrido cronológico, se detectó por primera vez hace varias décadas en China, desde donde se propagó hasta Japón. Con el paso de los años esta plaga se ha ido extendiendo progresivamente hasta llegar en 2002 a Italia, donde la extensión dedicada al castaño ronda las 700.000 hectáreas. En 2014 se detectó una importante colonia de este insecto en el paraje de Juanar, próximo a Ojén, desde donde rápidamente se propagó hasta el Valle del Genal.