Investigadores de la Universidad de Granada han descubierto que los posos del café, que habitualmente se tiran a la basura, poseen una capacidad antioxidante 500 veces superior a la vitamina C.
Esto se puede traducir en el reciclaje de esos posos y su conversión en nuevos alimentos saludables, como conservantes naturales de otros alimentos e incluso aplicarlos a la agricultura para obtener alimentos más ricos en hierro y calcio.