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Venezuela y Estados Unidos se dan una nueva oportunidad

La reunión de más de dos horas se desarrolló en privado ente el jefe de Estado venezolano y el alto cargo estadounidense, que llegó el martes a Caracas

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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo hoy a un lado sus críticas y se dio una nueva oportunidad para limar asperezas con el gobierno de EEUU, lo que marca un segundo intento por restablecer las relaciones diplomáticas, bajo mínimos desde 2010, que heredó de su mentor político Hugo Chávez.

Después de que la ministra venezolana de Exteriores, Delcy Rodríguez, acordara con el secretario de Estado, John Kerry, hace una semana, la apertura de un canal de diálogo entre ambos gobiernos, Maduro recibió hoy en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo venezolano, al subsecretario de Estado de EE.UU. para Asuntos Políticos, Thomas Shannon.

"Se decidió retomar la agenda e intento de construir una agenda de respeto entre el gobierno de los EE.UU. y el Gobierno bolivariano de Venezuela", dijo Maduro minutos después de que concluyera la reunión a través de una cadena obligatoria de radio y televisión.

La reunión de más de dos horas se desarrolló en privado ente el jefe de Estado venezolano y el alto cargo estadounidense, que llegó el martes a Caracas.

"Le he ratificado en una larga conversación nuestro interés de que más temprano que tarde podamos construir un agenda de respeto, una agenda positiva entre el Gobierno de los EE.UU. y el Gobierno revolucionario y bolivariano que yo presido", dijo el mandatario venezolano.

Maduro señaló que la tarea del diálogo "no es fácil por las diferencias que siempre ha habido y que hay" con el Gobierno estadounidense, "por el intento una y otra vez de acorralar a nuestro país, de meterse en nuestros asuntos internos", insistió.

En ese sentido, aseguró que en la reunión pidió a Shannon que le envíe un mensaje al presidente de EEUU, Barack Obama, sobre sus políticas hacia el país caribeño.

"Ojalá el presidente Obama rectificara la postura que ha tenido en estos ocho años contra la revolución bolivariana y ya en los últimos siete meses de su gobierno pudiéramos transitar un camino de diálogo, de respeto, con una agenda positiva entre EE.UU. y Venezuela", agregó.

Esta no es la primera vez que Shannon intenta promover un acercamiento entre la Casa Blanca y el Gobierno chavista.

En 2015 Shannon se reunió para fines similares con una comisión venezolana conformada por la canciller Rodríguez y el entonces presidente del Parlamento, el también chavista Diosdado Cabello, un acercamiento que se disolvió poco después sin que se conociera avance alguno.

En esa ocasión el diálogo tenía como telón de fondo la orden ejecutiva de Washington que declaró a Venezuela una "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad de EEUU, una declaración que el Gobierno de Caracas repudió y tras la cual convocó maniobras y ejercicios militares para prepararse ante lo que veía como una virtual invasión.

Esta vez, la iniciativa coincide en un momento en que Maduro intenta también sentar a sus opositores en otra mesa para dialogar para resolver los problemas del país, gravemente afectado por una crisis económica que se refleja principalmente en el alto coste de la vida, la escasez y desabastecimiento.

Por su parte, la oposición, que descalifica el diálogo que promueve Maduro, avanzaron hoy en las calles en la validación de las firmas necesarias para solicitar un referéndum para revocar el mandato del líder chavista.

Los dirigentes de oposición validaron en su segunda jornada 236.386 firmas, varios miles más de las 195.721 que requirió el Consejo Nacional Electoral (CNE) como mínimo para que puedan solicitar que se inicie el proceso de revocatorio, según informó en rueda de prensa Carlos Ocariz, portavoz de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para esta iniciativa.

En la misma jornada, el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, de oposición, viajó a Washington para asistir este jueves a la sesión del Consejo Permanente de OEA y denunciar allí la situación que, a su juicio, vive el país petrolero bajo el régimen chavista.

El diputado opositor pretende intervenir, pese a todas las prohibiciones expresadas por las autoridades venezolanas, en la sesión en la que está previsto se debata un informe presentado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para activar la Carta Democrática a Venezuela.

El propio Maduro aseguró hoy que el viaje de Ramos Allup constituye un "delito grave" porque, si interviene en la sesión de la OEA, el jefe del Legislativo venezolano se estaría arrogando la gestión de las relaciones internacionales, una atribución que pertenece al jefe de Estado.

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