Al menos 17 personas han fallecido en la localidad fronteriza de Ras al Ain, en la provincia de mayoría kurda de Al Hasaka, en el noreste de Siria, en un ataque atribuido a Al Qaeda, según informa la emisora gala RFI.
Al menos once de los muertos son milicianos islamistas y cuatro pertenecen a los combatientes kurdos, de acuerdo con el balance elaborado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización activista radicada en Reino Unido.
Los milicianos de Al Qaeda ya ejecutaron el pasado una ofensiva contra Ras al Ain, una ciudad de gran importancia estratégica por ser paso entre Siria y Turquía. La población local huyó de los combates, al tiempo que los kurdos aplacaban los ataques islamistas.
Desde entonces, las milicias afines a la organización terrorista han acrecentado su ofensiva sobre las áreas del norte y el noreste de Siria que permanecen bajo el control de la comunidad kurda, minoritaria, que ha reforzado su autonomía en la provincia de Al Hasaké.
Entretanto, las fuerzas del Gobierno de Al Assad focalizan sus ofensivas en el extremo opuesto del país, donde combaten contra los rebeldes sirios. Sus facciones más extremistas han alentado los ataques contra los kurdos, a quienes acusan de colaborar con Damasco.