El Consejo Local de Unión Progreso y Democracia (UPyD) en Málaga sigue con atención y preocupación el empeoramiento de las labores de limpieza en la ciudad, así como la situación de LIMASA, que se encuentra nuevamente en un callejón sin salida, por responsabilidad de muchos, pero a entender de nuestra formación política, principalmente por culpa del Gobierno Municipal presidido por D. Francisco de la Torre Prados.
Parece que, hasta ahora, LIMASA solo ha puesto su principal interés en servir para el beneficio de distintas personas y colectivos, en lugar de hacerlo para el servicio que se supone que debe dar.
Por un lado, la empresa dispone de trabajadores con unos derechos consolidados muy por encima de la media de la empresa privada y de los funcionarios del organismo que les paga, e inasumibles para una entidad que tiene una participación pública. Si siempre es difícil encontrar explicación, lo son aún más ciertos beneficios en los tiempos actuales, tales como un incremento del 5% del salario, en forma de antigüedad, cada 2 años o el hecho de que si se jubila un trabajador su puesto deba cubrirse preferentemente por su hijo, circunstancia que choca completamente con las condiciones de igualdad de oportunidades, publicidad y mérito que deben darse para el acceso a puestos de trabajo de empresas que dependen de entidades públicas.
Por otro lado, se observa la cómoda posición de los socios privados (FCC, URBASER, SANDO y UNICAJA) para las que su margen de beneficio es intocable, no conocen el principio de riesgo y ventura que debería regir en quien licita a un concurso público, y se les permite por parte del Ayuntamiento de Málaga mantener el principio de no perder nunca.
Y por último, y no menos culpable, los ciudadanos de Málaga sufrimos al Gobierno Municipal que, entre otras cosas, se beneficia de las inversiones que realiza LIMASA en educación ambiental y que paga los sueldos de los muchos becarios y monitores que pululan por el Área de Medio Ambiente.
Haciendo una breve comparación con las ciudades de tamaño similar a Málaga, se observa que, frente a los 151,31€ de gasto medio anual por habitante que cuesta LIMASA, la media se sitúa en 116,67 €/habitante/año y el mínimo corresponde a una ciudad como Zaragoza, con un número de habitantes similar al de Málaga, una actividad industrial muy superior, y con un coste de 86,11 €/habitante/año. En resumen: en Málaga se está pagando un sobrecoste de casi el 30% sobre la media y un 75% sobre el más bajo.
Desgraciadamente, en este caso los únicos perjudicados son los ciudadanos de Málaga que, a pesar de pagar más que nadie (151,31 €/habitante y año), tienen una de las ciudades más sucias de España. No sólo por la gestión de LIMASA, sino por la escasa tarea preventiva y educativa del Ayuntamiento, que nunca ha querido atajar el problema de la limpieza de forma global, y se centra exclusivamente en el mantenimiento del entorno de la calle Larios y otros de afluencia turística como escaparate, dejando calles aledañas y barrios no céntricos completamente abandonados a su suerte.
El Consejo Local de UPyD en Málaga quiere transmitir al Equipo de Gobierno del Ayuntamiento las siguientes cuestiones: ¿Qué clase de gestión aplica el Ayuntamiento de Málaga para que la limpieza sea uno de los problemas detectados como prioritarios por los malagueños? ¿Qué planes tiene para mejorar la calidad del servicio? ¿Cómo pretende, si alguna vez ha sido su intención, ajustar los costes por habitante a la media de las ciudades de similar tamaño?
El Consejo Local de UPyD en Málaga estima que la solución pasa por un ajuste a tres bandas -trabajadores, socios privados y Ayuntamiento-, para que todos cedan o prescindan de ciertos beneficios por el bien de la ciudad. Al mismo tiempo, el Consejo Local de UPyD en Málaga manifiesta que no consentirá que ninguna persona, colectivo o entidad realice clase alguna de chantaje a los ciudadanos de Málaga a cuenta del servicio de limpieza.
