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Málaga

Rosa Montero: "La humanidad está fracasando en todo"

La escritora se encuentra en Málaga estos días con motivo del Festival Eñe, donde ha recibido el galardón de este año por su trayectoria

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  • La escritora y periodista Rosa Montero interviene tras recoger el premio del Festival Eñe 2022. -

La inacción frente al calentamiento global, las guerras y las migraciones de seres humanos hacen pensar a la escritora y periodista Rosa Montero que la humanidad está "fracasando en todo", que hay "goleada de fracasos" que tienen como consecuencia el aumento de dictaduras y de "neopopulismos fascistas".

"Si unimos todos los fracasos frente al avance del desarrollo de las democracias, de hacerlas más avanzadas, más reales y efectivas, es un fracaso total. Yo te diría que estamos fracasando en todo", asegura en una entrevista con EFE Rosa Montero (Madrid, 1951), que ha visitado Málaga esta semana con motivo del Festival Eñe.

La escritora tilda de "criminales" las migraciones, puesto que, a su juicio, son fruto de las desigualdades económicas, sociales y también de la crisis climática.

Cuenta que todos los expertos que han analizado la guerra de Siria concluyen que fue provocada en gran parte por el cambio climático, ya que hubo siete años de sequía "feroces" y esto dio lugar a que millón y medio de personas se desplazaran desde el campo a Alepo y Damasco, lo que creó una situación "tremendamente volátil".

Para Montero, la actual situación política, climática y social se debe a diferentes razones complejas pero, a pesar de todo, confiesa tener esperanzas en la capacidad de adaptación y reacción del ser humano.

"Espero que nos pongamos todos las pilas y luchemos para mantener, en primer lugar, los logros democráticos conseguidos en los últimos siglos, que están en riesgo en esta involución y, luego, para construirnos un futuro aceptable", manifiesta la escritora.

La soledad de la locura

Según comenta Rosa Montero, además del panorama político, climático y social, la crisis provocada por la pandemia de la covid-19 ha ejercido un gran impacto en la salud mental de la población. En su última novela, "El peligro de estar cuerda", afirma que las enfermedades mentales son sinónimo de una soledad "brutal", de una soledad "que no cabe en la palabra soledad".

"Si no has tenido un trastorno mental y no has estado ahí, ni siquiera puedes imaginar de qué estoy hablando. Es una soledad muchísimo más grave que la soledad existencial ante la muerte. Porque por lo menos sabes que la muerte es el hecho más humano posible, que todos los seres humanos tienen que morir", expresa la narradora.

La escritora cuenta que el trastorno mental -lo que mal se llama "locura"-, te engaña y hace creer que se es la única persona a la que le está ocurriendo eso. "Te hace salir de la realidad, te sientes un marciano, que ya no perteneces a la especie humana. Y por eso el trastorno mental es inefable, tú no puedes hablar de ello a nadie, porque sientes que no tienes palabras para expresar lo que te pasa. Porque lo que te pasa es como si no fuera ni siquiera humano", comenta Rosa Montero, quien reconoce haber sufrido crisis de ansiedad desde los 19 hasta los 30 años.

"Lo único que he encontrado como una metáfora es la soledad del astronauta al que de repente se le rompe la manguera que le une a la nave y empieza a derivar hacia el espacio absoluto, infinito, negro y helado", explica.

El tabú de la salud mental

Según la periodista, lo "terrible" es el tabú y el estigma social que hay en el mundo sobre la enfermedad mental. Esto genera que a la soledad psíquica, -que, según dice, es "un dolor horrible"-, se le añada el sufrimiento del estigma social.

"La sociedad los empuja todavía más lejos, cuando lo que hay que hacer es lo contrario: hay que estirar la mano y agarrar de la manguera a ese cosmonauta a la deriva y traerlo a tierra", dice la escritora, quien sostiene que es necesario hablar de ello y normalizarlo.

Cuenta que, como la pandemia ha generado un aumento de los trastornos mentales y ha empeorado la salud mental global, el tabú ha saltado "un poco por los aires". Aún así, dice, no se ha abierto más que un "pequeñísimo resquicio" en la puerta y, si no se termina de abrir "a patadas", se volverá a cerrar.

Optimismo en el ámbito de la cultura

La narradora asegura que es necesario dar más valor, más prioridad y más dinero a la salud mental y a la cultura aunque, a pesar de esta demanda, admite que en los últimos tiempos está percibiendo una cierta mejoría en el ámbito cultural.

Señala -con cierto tono de alivio- que después del retroceso que hubo con la crisis de 2008, ahora cree que en España hay "una pequeña señal" de optimismo, en referencia a algunos nuevos programas culturales que ofrece la televisión pública.

"Esto parece que es una gota, pero es una gota muy bienvenida, porque hacía años y años que todas las tendencias eran lo contrario. O sea, que a lo mejor es el comienzo de una reconstrucción", dice Montero.

Festival Eñe

La escritora, que está participando esta semana en Málaga en diferentes actos con motivo del Festival Eñe -que se celebra entre Madrid y la ciudad andaluza desde el 11 al 27 de noviembre-, recibió el pasado sábado el premio de este festival, algo por lo que se siente "muy contenta".

Confiesa que todos los escritores tienen una inseguridad patológica porque, según dice, no hay ninguna medida objetiva que les diga si lo que hacen es bueno o malo.

"Dedicar tu vida, tantos meses, tantas horas, tantos años a sentarte en una esquina de tu casa a solas a inventar mentiras, en realidad es una cosa completamente estrafalaria y absurda. Siempre tienes el miedo y la sensación de estar haciendo algo que no tiene ningún sentido", cuenta antes de añadir que lo que hace un premio como el Eñe es calmar esa "especie de herida constante", porque es como si les dieran unas "palmaditas en la espalda" y les dijeran que no lo están haciendo mal.

En su última obra, la escritora escribe que, al igual que la literatura, la vida, en general, no tiene sentido. "Yo digo que la vida no tiene ningún sentido, porque yo no soy religiosa. Pero la vida tiene el sentido mismo de la vida, está hecha para ser vivida y, para mí, eso es suficiente", concluye Rosa Montero. 

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