El comité de empresa de Holcim mantiene su rechazo al ERE promovido por la empresa tras la segunda reunión del periodo de consultas, en el que se ha puesto de manifiesto que la multinacional pretende mantener ahora un volumen de negocio similar al de los años de la burbuja inmobiliaria cuando eso “no es posible”.
Según fuentes del comité, la empresa está tomando como referencia “los datos y las fechas que le interesa”, sin tener en cuenta que en un determinado momento se produjo un escenario de “mercado irreal” al que difícilmente se puede regresar.
Por el contrario, en la documentación puesta sobre la mesa deja de lado “los datos de los últimos cuatro o cinco años” en los que se aprecia “una recuperación muy lenta que afecta a todos los sectores económicos”.
Precisamente por eso los representantes de los trabajadores han pedido a la empresa que aporte otras informaciones que no han sido incluidas en el expediente, ya que consideran que se están “desvirtuando” las razones que se esgrimen para justificar el cierre de la planta de elaboración de clinker.
La multinacional también sustenta el despido colectivo en estimaciones a futuro que no terminan de convencer al comité, como que las exportaciones de cemento “van a caer” en los próximos años, algo que está por ver, y que en cualquier caso los trabajadores rebaten con la existencia de un “mercado propio” que garantizaría el mantenimiento de la actividad en la planta de Jerez.
Tampoco se entiende por otra parte que se tomen datos “globalizados” para justificar el cese de la actividad y la empresa se limite al desmantelamiento de la fábrica de Jerez, cuando las otras cuatro plantas de la multinacional en España estarían en la misma situación.
En la reunión de hoy no se ha hablado de alternativas a la actividad habitual de la planta dado que la empresa únicamente contempla el cierre y los trabajadores exigen la retirada del ERE.
Las próximas reuniones se celebrarán los días 10 y 11 de febrero.
Mientras tanto la plantilla mantiene la asamblea permanente en la factoría a la espera de la convocatoria de nuevas movilizaciones.
La actividad continúa con normalidad, si bien los trabajadores rechazan la realización de horas extraordinarias.