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“Lo de Madrid con la pandemia es una pelea de gallos entre gobiernos”

Tres jerezanos residentes en la capital asumen estupefactos y resignados el cerrojazo por el Covid

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  • Cerca de cinco millones de residentes de diez grandes municipios de Madrid vivieron este sábado su primer día de nuevas y mayores restricciones. -

El cerrojazo de Madrid desde este fin de semana ha provocado el caos. “La situación es confusa”, lamenta Juan José López, jerezano de 40 años que lleva más de dos décadas residiendo en la capital de España, porque “Gobierno central y autonómico han enviado mensajes contradictorios sobre las medidas restrictivas”.

“Es una pelea de gallos”, tercia Alejandra Pantoja, también jerezana y madrileña de adopción por motivos laborales desde hace casi diez años. “Ahora mismo me da más miedo lo que puede pasar con el país que la evolución de la pandemia”, afirma. “Falta información” y, en cualquier caso, sostiene que la respuesta al repunte de casos de coronavirus es incoherente.

Puedes llegar a Madrid en avión pero no puedes desplazar a un pueblo de las inmediaciones. No puedes hacer nada a partir de las diez de la noche, pero los autobuses y el metro están llenos todo el día”, subraya. Al respecto, Juanjo López apunta que, en efecto, en el suburbano “ni hay seguridad ni hay nadie velando para que haya”. Cada día cubre dos trayectos de 45 minutos en metro. El call-center en el que está empleado como informático solo ha decretado un día a la semana para teletrabajo. Y no parece que haya intención de ofrecer la posibilidad de cumplir sus responsabilidades en su domicilio.

El entorno de su oficina sí da muestras de las repercusiones de la crisis. “La mayoría de establecimientos hosteleros están cerrados, solo aguantan los de las grandes cadenas. Los negocios pequeños de cualquier tipo tienen la baraja echada”, asegura. “No es un confinamiento duro pero realmente lo parece, es como si las administraciones invitasen a no hacer nada”, explica Alejandra Pantoja.

“Mis amigos viven en las afueras de Madrid y no puede desplazarse. Otros tantos siguen en ERTE y, por lo tanto, están fuera de la ciudad, en sus lugares de origen. Los restaurantes dan turno de cena ahora a las siete y media de la tarde, es mejor no salir”, añade.

Paola Chacón, consultora de una entidad bancaria, lo lleva mejor, cumple su jornada laboral en casa y apenas se mueve del barrio, en Ciudad Lineal, salvo para ir puntualmente al cine o tomar una copa. “Me adapto, vivo en mi burbuja”, reconoce. “Lo importante es la salud y algo estamos haciendo mal porque hay demasiados contagios. Es adecuado tomar estas medidas”, concluye, resignada ante las nuevas restricciones.

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