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Jerez

Las quejas por la casa de citas de Pozoalbero, a la Mesa de Seguridad

La Federación Local de Asociaciones de Vecinos La Plazoleta 2.0 lleva este jueves la problemática al órgano municipal de seguridad

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  • Una imagen de una calle del residencial de Pozoalbero. -

La Federación Local de Asociaciones de Vecinos La Plazoleta 2.0 lleva este jueves a la Mesa de Seguridad las quejas de los residentes de una calle de la urbanización de unifamiliares de Pozoalbero por la casa de citas camuflada con la que tienen que convivir a diario y todo el ambiente que eso genera, especialmente los fines de semana. La Plazoleta ha vuelto a tomar cartas en el asunto y recurrir al órgano municipal donde están representadas las fuerzas de seguridad después de que los afectados, que no se quieren identificar por miedo a represalias, hayan vuelto a dar la voz de alerta por el regreso de esta actividad.

Si a finales de junio, la presión vecinal daba por desmantelada esta casa de citas camuflada, después de que la Policía Local también tomara cartas en el asunto y contactara con el propietario del inmueble, que les trasladó que iba a rescindir el contrato de alquiler, finalmente este compromiso se ha quedado en una declaración de intenciones, pues la tregua apenas les duró dos o tres semanas.

La madame y las “mismas chicas”, de nacionalidad brasileña, han vuelto y continúa el trasiego y el movimiento en la unifamiliar, aunque guarden algo más las formas, apuntan a Viva Jerez, lo cual no ha impedido que en alguna ocasión haya habido más jaleo de la cuenta cuando se han reunido grupos de chavales jóvenes en la zona, llegando a saltar un muro de una de las casas. En otros casos, siguen llamando por error al telefonillo de otros vecinos en busca de la vivienda donde de cara a la galería se dan masajes.

Por ello, los residentes han vuelto a trasladar el tema a la AVV Palos Blancos y a la La Plazoleta, que ya ha anunciado movilizaciones y si hace falta no descarta ponerse con una pancarta delante del inmueble. De momento, han vuelto a confiar en la Mesa de Seguridad, que en junio forzó una inmediata intervención de la Policía Local. Ahora esperan que ocurra lo mismo pero que el cese de la actividad sea definitivo. De lo contrario, los vecinos pasarán a la acción y se movilizarán para presionar y conseguir que este ambiente se vaya del barrio. 

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