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Las ballenas también se mueren

Artículo realizado por Renaud de Stephanis, Doctor en Ciencias del Mar y presidente de Circe

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  • La orca 'Vega', en 2002 -
  • Cuando un cetáceo llega a la costa suele estar muy enfermo; y prolongar su existencia es innecesario
  • En mayo de 2006 llegó una orca enferma a la Bahía de Algeciras; se trataba de ?Vega?
A lo largo del último año, hemos visto con muy buenos ojos la reciente creación del CEGMA (Centro de Gestión del Medio Marino) de Algeciras. Entre otras labores, este Centro coordinará la recuperación de animales varados vivos, así como el estudio de las causas de muerte de los perecidos, actuando, aparte de Centro para la Gestión, como un Centro de Recuperación de Especies Marinas.

No cabe duda que los centros de recuperación son hoy en día necesarios, y realizan una labor encomiable. Desde estas líneas, no queremos dejar pasar la oportunidad para analizar la importancia que tienen este tipo de Centro y las redes de varamientos en la Gestión del Medio Marino.

A modo de ejemplo, podríamos recuperar memoria, y analizar lo que acaeció a lo largo del invierno 2006/2007.
Durante estos meses empezaron a aparecer calderones comunes muertos en las costas del Estrecho, llegando a multiplicarse por 50 las tasas de varamientos de esta especie en los 10 años anteriores. Este fenómeno continuó a lo largo y ancho de la costa andaluza, llegando a contarse más de 30 varamientos en abril de 2007, con varamientos en toda Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.

Estudios posteriores financiados por la fundación Biodiversidad y Cepsa han demostrado que fueron más de 50 animales los que murieron en el Estrecho, si bien tan solo llegaron a costa unos cuantos de ellos. Si no hubiese habido datos respecto a los análisis postmortem de los calderones llegados a la costa, muchos serían los interrogantes que quedarían en nuestras mentes, y sobre todo en la mente de la Consejería de Medio Ambiente.

Afortunadamente, un correcto funcionamiento de las redes de varamiento en Andalucía y Murcia, unidos a la colaboración de la Universidad de las Palmas, demostraron que una epidemia fue la causa de la mortandad tan elevada de calderones comunes. Esto ha podido dar respuestas a los gestores, y actualmente se está trabajando para aplicar medidas de gestión directas, como la posibilidad de aumentar sus figuras de conservación legales.

De la misma forma, los usuarios del mar, como son las empresas de avistamiento de cetáceos del Estrecho de Gibraltar pueden, a día de hoy, conocer muchísimo más a esta especie, y por tanto ayudar a su recuperación.
Otro ejemplo interesante es el acaecido en mayo del 2006, en el que una orca llegaba varada a la Bahía de Algeciras. Esta orca era una hembra muy vieja, y enferma.

Gracias al entrecruzamiento de fotografías de su aleta dorsal, y el catálogo de identificación fotográfica de Circe, se pudo ver como la orca era en realidad la orca Vega, comúnmente observada en aguas de Barbate desde el año 2002.

Desde un punto de vista de la investigación este dato es muy importante. Al hacer seguimientos a largo plazo es fundamental poder saber las causas de muerte de los individuos que se siguen, y en este caso, se pudo descartar cualquier impacto debido directamente al hombre en la muerte de esta orca. Este punto es importante también, ya que en la mayoría de los casos en los que se observa un cetáceo varado muerto en la costa, saltan todas las alarmas.

Los cetáceos, igual que todos los animales mueren, y cuando mueren y llegan a la costa, no significa necesariamente que el ser humano esté detrás de estas muertes.

Cuando un cetáceo llega a la costa, normalmente suele estar muy enfermo, y el intentar prolongar su existencia innecesariamente, es en muchos casos cruel, más que sensato.

La labor de un Centro de Recuperación ha de enmarcarse en la recuperación, pero de las especies en su conjunto, no en el individuo, de ahí que sea muy probablemente más importante analizar las causas de muertes de los cetáceos, más que el intentar recuperar un delfín enfermo, que la mayoría de los casos no tendrá posibilidades de ser reintroducido en su medio natural, y al que por tanto, en caso de recuperarlo, será condenado a vivir en un tanque cerrado.

Qué hacer en caso de observar un cetáceo en la costa
- Mantener la calma, y avisar a las autoridades competentes a través del número de emergencias 112.

- No estresar al animal en ningún momento, creando un cordón de seguridad alrededor del animal.

- Ponerse a disposición de profesionales veterinarios, que podrán diagnosticar la situación y por tanto actuar.

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