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Jerez

El Ayuntamiento ya ha pagado más de 3 millones de euros en productividades en 2015

Desde el Gobierno local avisan de que “faltaría crédito” de seguir por esa línea. El concepto productividad, llámese pluses, pagas extras, compensaciones, incentivos, bonificaciones… se ha convertido en un mal endémico dentro del Ayuntamiento al que se pretende dar arreglo con un reglamento

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  • El nuevo Ayuntamiento. -

1. f. Cualidad de productivo. 2. f. Capacidad o grado de producción por unidad de trabajo, superficie de tierra cultivada, equipo industrial, etc. 3. f. Econ. Relación entre lo producido y los medios empleados, tales como mano de obra, materiales, energía, etc. La productividad de la cadena de montaje es de doce televisores por operario y hora.

"La productividad no es más que un concepto que permite la ley y, a día de hoy, todos y cada uno de los trabajadores del Ayuntamiento tienen en su nómina un concepto de productividad".

Entre estas dos definiciones sobre el concepto ‘productividad’ hay un abismo, todo un mundo. La primera procede del diccionario de la Real Academia de la Lengua. La segunda, la dio Antonio Saldaña hace algunos meses, cuando aún sostenía su cargo como primer teniente de Alcaldesa. En esta segunda aceptación, el portavoz municipal recalcaba que de esa productividad “no se libra ni uno”.


El concepto productividad, dígase también pluses, pagas extras fuera de lo ordinario, compensaciones, incentivos, bonificaciones, etc, etc… se ha convertido en un mal endémico dentro del Ayuntamiento de Jerez. El sexto municipio más adeudado de España sufre desde hace lustros con unos pagos fuera de la norma para una situación como la actual, pero aprobada tanto por partidos políticos como por sindicatos. Con todo sobre la mesa, el objetivo de cualquier equipo de gobierno ha sido el de variar tales productividades con la intención de paliar unos gastos de personal a los que apenas se puede hacer frente.

En datos
El anterior Gobierno municipal llegó a gastar el pasado ejercicio (2014) en productividades, gratificaciones, horas extras y libranzas del personal municipal más de seis millones de euros. Esto supuso un 27 por ciento más que en 2013, convirtiéndose, por otro lado, en la cifra más alta del Gobierno de García-Pelayo en los cuatro años de mandato.
La respuesta municipal por aquel entonces también vino a base de datos: el ahorro con respecto a 2010 –con el Gobierno socialista de Pilar Sánchez en el mando- fue de hasta 28 millones de euros. Por medio, el ERE municipal que liberó de gasto de personal al del PP y que produjo que el gasto de personal en 2014 fuera de 86,9 millones de euros frente a los 114,5 millones de euros presupuestados en 2010 por el anterior Gobierno socialista.

Reglamentar los pluses
El actual, y también socialista, equipo de gobierno tiene claro que este proceso ha de cambiar. Tanto en forma como en fondo. Para explicar claramente, cada vez el Ayuntamiento asume dos pagas extras al margen del fijo, en definitiva, dos productividades. Una es la fija, inamovible y con unas cantidad específica, otra, también fija, según valía o cargo, y una última variable, arbitraria. Y el actual equipo de gobierno quiere modificar todo esto para que deje de secar las arcas del Ayuntamiento e incluso acabar con esas pagas variables. De hecho, esa cantidad no ha sido abonada en la nómina de junio.


Mamen Sánchez, alcaldesa de Jerez, explicaba esta semana que hubo “particulares problemas” a la hora de afrontar el pago de su primera nómina a la plantilla municipal. La razón, la productividad. “Nos encontramos con unos informes que nos dicen que las productividades no se estaban haciendo con criterios objetivos ni en base a la  productividad”, destaca la edil municipal, que tuvo que reunirse de urgencias con sindicatos “para incluir una productividad fija y a final de año ver el reglamento de productividades y aprobar cómo compensamos a los trabajadores".

No sabemos si el fin de tales incentivos estaría más cerca de la mano del PSOE, ley mediante, pero la intención del actual equipo de gobierno –la primera toma de contacto ya ha tenido lugar- es modificar la hasta ahora normalización de unas retribuciones bastante aleatorias a través de un equipo de trabajo que arranca este mismo verano.
La meta, el ya mencionado reglamento interno en el que, por categorías, se va a especificar la cuantía de cada productividad, sin dejar margen al libre albedrío y siempre teniendo en cuenta, según fuentes municipales, “lo firmado anteriormente y lo que está sujeto a la legalidad”. Sin embargo, el objetivo es, de manera evidente, bajar el coste de la plantilla municipal.
Nada nuevo bajo el sol a priori. Sánchez dejaba claro que “es lo que nos permite la Ley”, pero adelanta una intención, la de acabar con la productividad variable, que supone un tanto por ciento considerable del gasto mensual en personal municipal. Se trabaja para evitarlo. Algo obvio teniendo en cuenta, primero, la deuda municipal, y segundo, el procedimiento a la hora de otorgar los ya mencionados pluses: “Los delegados, sin criterios, decían la cantidad y qué trabajadores cobraban esa productividad variable”. El problema crece cuando desde dentro del Ayuntamiento avisan que podría faltar “crédito” para abonar durante este 2015 todas las productividades del total de casi 1.700 trabajadores".

Un gasto que no cesa
Llama la atención la denuncia de la actual alcaldesa, sobre todo teniendo en cuenta que en 2013, María José García-Pelayo anunciaba la eliminación del 75 por ciento de estos complementos, lo que iba a suponer un ahorro de hasta 206.000 euros mensuales y 1,8 anuales para 2014. En 2013, ya con 260 empleados menos por la ejecución de un ERE en el Consistorio, la cifra alcanzó los 2,7 millones de euros, casi tres millones menos. En la primera mitad de 2014, el coste ya alcanzaba los 1,7 millones.


Todo esto nos lleva a 2015. En las seis nóminas que llevamos, el Ayuntamiento, según datos a los que ha accedido este medio, ya ha invertido hasta 3.170.706 euros en concepto de productividades. Y todo, teniendo en cuenta que las llamadas variable son se han abonado por falta de documentación.

Más datos
En enero la suma ascendía a 518.275,02 euros, lo que supone un incremento considerable con respecto a la de diciembre de 2014. En febrero, 519.898,12. Con las productividades de hasta 1.634 trabajadores, en marzo se libraron un total de 498.226,78 euros en pluses.
Para hacerse una idea, en 2011, con el Gobierno socialista de Pilar Sánchez al mando, el gasto fue de 321.006,49 euros, lo que representa unos 180.000 euros menos. Llegados a abril, el Ayuntamiento invirtió 596.900,43 euros.


En cuanto a mayo, el equipo de García-Pelayo gastó hasta 546.824 euros, sin contar las productividades de Feria del Caballo, las cuales han tenido que ser abonadas en la nómina de junio, que sumaba hasta 490.582 euros en bonificaciones.
Todo esto nos deja un gasto de 3.170.706,35 euros sólo en medio año. Una “barbaridad” para un Ayuntamiento como el de Jerez, ahogado en deudas. Además, esto deja poco margen de maniobra para el actual equipo de gobierno.


Tan sólo queda en caja 628.000 euros del presupuesto destinado a las productividades, es decir, que en tan sólo seis meses se ha gastado hasta el 83 por ciento de lo aprobado por el anterior gobierno (3.799.522,75 euros). Algo normal, teniendo en cuenta que, por poner un ejemplo, un policía local puede recibir, en concepto de bonificación, hasta 150 euros por una noche patrullando en la zona del ‘botellódromo’.

La ATMJ ve “con buenos ojos” la creación de un reglamento

La Agrupación de Técnicos Municipales del Ayuntamiento de Jerez (ATMJ) ha sido una de las organizaciones sindicales que ha venido denunciando las presuntas irregularidades en el reparto de productividades desarrolladas en los últimos años. Ya en su momento, aseguró que el anterior equipo de Gobierno estaría cometiendo “una ilegalidad” por las productividades que, según ellos, se estaban “concediendo sin rigor ni criterio alguno”. Mila Abascal, portavoz de la ATMJ, asegura que “esperamos mucho del actual gobierno local, ya que siempre ha estado saliendo el tema de las productividades y lo que nosotros queremos es un reglamento que lo aclare todo”. Abascal añade que “hay que empezar la casa cuanto antes y por los cimientos, porque  no podemos seguir con una RPT mal hecha y con trabajadores mal valorados, a los que les metes complementos para compensar…” Por ello, el anuncio de la creación de un reglamento le parece a la ATMJ “perfecto, porque no podemos seguir así”.


La portavoz sindical aclara que “los delegados han sido los que han ido diciendo si cobrabas 2, 5 ó 1. A final de mes hacían un informe y decían que por tal labor en tal delegación, cobrabas tanto y eso lo apuntaban en una lista”. Por todo ello, además de recurrir las productividades desde marzo de 2013, la ATMJ denunció “todo lo relacionado con productividades porque se ha hablado mucho de ello y sólo pedimos un reglamento como tienen en todos los lados, y así sabes qué es lo que le corresponde a cada uno”. Entre las denuncias hechas públicas, Abascal destaca que “no vale que hoy tengas una cantidad en productividad  y mañana, haciendo el mismo trabajo, no”. Por ello, esta semana ya tuvieron el primer encuentro entre sindicatos y equipo de gobierno, en el que volvieron a exponer que “el tema de las productividades no estaba muy claro y nos dijeron desde el Ayuntamiento que se iban a poner a trabajar en ello, algo que vemos más que necesario”.

Un paso más, ya que desde la agrupación denunciaron que con el PP al mando “nunca negociamos las productividades con los representantes sindicales”, algo que había anunciado la anterior edil, García-Pelayo, añadiendo que “nos preguntamos con qué representantes sindicales, cuándo y cómo y a cambio de qué lo han negociado porque desde luego los representantes sindicales de la ATMJ no han participado en negociación alguna sobre las productividades, ya que no  ha sido negociada en ninguna Mesa de Negociación Sindical, únicos órganos de negociación".

Un negro pasado

El problema que ha supuesto en un consistorio como el de Jerez este asunto del pago, indiscriminado a veces, de productividades llegó a rebosar el vaso del fondo monetario municipal. Con Pilar Sánchez con el bastón de alcaldía, se destinaba al capítulo de personal hasta 84 millones de euros, casi 20 más que antes de 2004, con Pedro Pacheco a la cabeza. Incluso en plena crisis económica, el Ayuntamiento llegó a gastar 15,7 millones de euros anuales en las productividades la plantilla municipal, con nóminas que superaban los  100.000 euros brutos anuales y un aumento del 25% del personal municipal en sólo cuatro años. Normal si observamos la radiografía del esqueleto municipal. Con casi 2.000 empleados, sólo 597 en 2011 eran funcionarios por oposición, de los que más de la mitad (304) conformaban la plantilla de la Policía Municipal. El resto era personal laboral contratado sin los mínimos requisitos.  403 eran trabajadores laborales fijos, que cuentan con una plaza a la que accedieron por procedimientos varios de contratación. Y 900 pertenecían a la categoría laboral. Un escenario terrorífico para un municipio de poco más de 200.000 habitantes, más de 500 millones de euros de deuda viva,  y retrasos de casi cuatro meses a proveedores.

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