N o sé si estamos asistiendo al fin de un ciclo institucional, que lo deportivo sería harina de otro comentario, o habrá que esperar, porque después de vivir lo que se ha vivido dentro y fuera de este club. llamado Xerez Club Deportivo y desde 1992 apellidado Sociedad Anónima Deportiva, me resisto a creer que todo puede ser tan fácil como se viene pintando desde que el pasado jueves, en las ondas jerezanas de Canal Sur Radio, Joaquín Morales anunciase su intención de traspasar sus acciones a Rafael Mateos Valenzuela para que él haga con ellas lo que le venga en ganas, aunque entendía que era el momento que el club se quedase en manos de la afición, como la afición viene reclamando a la luz de los gravísimos problemas de gestión y económicos que desde hace ya muchos años vienen torpeando a la entidad.
Quisiera verlo todo claro y diáfano. Me consta que Antonio Millán, quién mejor que él, va a trabajar, ya está trabajando, en el diseño del documento que, firmado en tiempo y en forma y ante notario, debe validar el trasvase de las acciones en poder de Luz Costa Inmuebles a la empresa en la que Mateos Valenzuela quiera que queden cobijadas las mismas. Hasta ahí todo correcto. ¿Pero cuándo se firmará ese documento? ¿Y se firmará sin más preámbulos y sin más negociaciones? Ojalá y que sí, porque está claro que el ciclo de Morales ha terminado definitivamente en el Xerez. Y él lo sabe. Y debe asumir que tiene no que dar un paso al lado, como ha dado en muchas ocasiones, sino que se tiene que terminar yendo. Pero él pondrá, pienso, sus condiciones y no sé si las mismas serán tan fáciles como las que ahora mismo se aventuran. De cualquier manera, después viene el otro camino. El del entendimiento entre Mateos y los aficionados, porque no parece que los aficionados estén por la labor de manejar la barca azulina con Mateos no ya de capitán, sino siquiera de tripulante. Y Mateos podría decir que se baja del barco a la hora de que éste inicie su andadura, pero las acciones dónde estarían, porque tampoco veo el horizonte tan diáfano como para que Mateos las entregue, como un cheque en blanco, a la afición a través de la Fundación.
Son incógnitas que se tienen que resolver y a ellas hay que añadirles que la sombra de Energy continúa siendo alargada y que el día 23 de mayo se juega otro partido institucional en la Audiencia Provincial, so pena que antes, entre tanto trasiego de documentación, exista un acuerdo entre las partes y Energy también abandone, aunque los García boys no parecen, al menos por los pasos que están dando, que estén por la labor de quedarse en Sevilla, porque de hecho ya hasta han presentado sus credenciales ante el Ayuntamiento que, por otra parte, es lógico que los reciba porque el pleito puede salir de una forma u otra y es normal que, en la Casa Consistorial, quieran saber quién o quiénes pueden ser los próximos inquilinos de sus instalaciones municipales en Chapín.
Se avista un fin de ciclo, no solo el de Morales sino el de un Xerez en manos extrañas, pero no va a ser todo tan espléndidamente fácil como se puede augurar, porque, además, no se olvide ello, entre cesiones de acciones, firmas y demás, hay una cuestión que debe estar por encima de todo y es solventar la viabilidad de un club que entre deudas y embargos se debate entre la vida y la muerte. Y eso es lo más prioritario.
