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San José tendrá nuevo párroco tras las desavenencias del actual con sus feligreses

Francisco Javier López-Cuervo se hará cargo de la parroquia el próximo 12 de febrero

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  • Exterior de la parroquia de San José. -

La parroquia de San José, enclavada en la barriada de Vallesequillo, estrenará nuevo párroco el próximo 12 de febrero tras las desavenencias del anterior con una parte de la feligresía y especialmente con el grupo de oración de Madre de los Desamparados, que llegó a suspender algunas de sus actividades.

La propia parroquia ha anunciado en sus redes sociales que en apenas un par de semanas tomará posesión de la misma el sacerdote Francisco Javier López-Cuervo del Rosal, que meses atrás se incorporó como vicario parroquial de San Dionisio.

La eucaristía dará comienzo a las 20.00 horas y será oficiada por el propio obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés.

A mediados de este pasado mes de octubre, el grupo de oración de Madre de los Desamparados criticó a través de sus redes sociales las “dificultades” que estaba encontrando para realizar su labor, poniendo en el punto de mira a la “autoridad parroquial”.

Las diferencias entre este grupo de devotos y su párroco, Laurent Akomien, no eran nuevas. Sin embargo, el detonante de esta crítica pública se produjo en la víspera de la festividad de Nuestra Señora del Pilar.

Como quiera que la parroquia se encuentra enclavada en la barriada de Vallesequillo y en ella se asienta una comunidad de origen aragonés (‘los maños’), el grupo de devotos se dispuso a montar un altar presidido por la Virgen del Pilar.

El problema llegó cuando se le negó el acceso a la sacristía, que es desde donde puede activarse el suministro eléctrico. “Queremos hacer saber que no nos ha sido fácil el montaje. Anoche, los hermanos que lo han realizado, estuvieron a oscuras tras las dificultades por parte de la autoridad parroquial”, explicó el grupo en sus redes sociales.

Esta circunstancia les llevó a montar ese altar iluminados por las linternas de sus propios teléfonos móviles.

Desde el entorno de este grupo de devotos se lamentó la actitud del párroco, que contrasta con el trabajo que se está llevando a cabo desde el seno de este colectivo para “dar visibilidad” a la parroquia, atraer al mayor número de feligreses posible y dinamizar la barriada.

Estas diferencias ya habían sido trasladadas con anterioridad al Obispado de Asidonia-Jerez con la esperanza de que se facilitara un trabajo que según este grupo estaba dando sus frutos. Buena prueba de ello es que en la misa del 12 de octubre había “muchísima gente”.

Justo después de aquello, el grupo anunció también en sus redes sociales el cierre “hasta nuevo” aviso de la secretaría y la tesorería, argumentando que no les dejaban “ni encender la luz” y que obviamente en estas condiciones no se podía trabajar.

Las redes sociales de la parroquia también cerraron “hasta nuevo aviso” y la última sorpresa vino dada por el hecho de que este año no hay catequesis preparatoria para la Primera Comunión.

 

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