El Martes Santo amaneció nublado y con lluvias y las previsiones del sentir general entre los ciudadanos se cumplieron. La tarde se abrió, pero la incertidumbre y sensatez de la Junta de Gobierno de la Cofradía de Nazarenos del Silencio del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima Madre de Dios refugió al crucificado en la parroquia de Cristo Rey.
La calle San Carlos y los alrededores del templo no estaban solos. Desde antes de las siete de la tarde comenzaron a acercarse los primeros devotos. A las 19:15 horas las puertas de Cristo Rey se cerraron. Quien no hubiera entrado al templo, no accedería hasta las ocho de la tarde, cuando finalmente se abrieron las puertas una vez celebrada la estación de penitencia en el interior.
La salida procesional estaba prevista a las 19:30 horas. Sin embargo, en el interior del templo se presagiaba el devenir. Conscientes de la probabilidades de lluvia, los hermanos de luz, vestidos con el traje de estatutos, no se extrañaron de la decisión, anunciada por el hermano mayor, Manuel Jesús Gordo Ruiz, que primó las sensatez a las ganas de realizar estación de penitencia por las calles de la ciudad.
Y más en un año en el que podría ser el último en el que el crucificado saliera solo, ya que este año se ha firmado en el Obispado la autorización para la adquisición de la imagen de María Santísima Madre de Dios, según la normativa vigente.
Será realizada por el escultor Israel Cornejo Sánchez, con taller en la localidad de Vélez-Málaga, siendo deseo de la Junta de Gobierno poder contar con la imagen durante este Año de la Fe.
Los hermanos y jienenses devotos presentes en el interior de Cristo Rey fueron testigos de la oscuridad en la que quedó inmersa el templo para el rezo del voto de silencio. Arrodillados, rezaron y unieron sus plegarias para reconocer al papa Francisco y recordar al emérito Benedicto XVI.
La única lumbre que predominaba en el templo era la del paso del Santísimo Cristo de la Humildad, junto a la puerta principal del templo, al final del altar. Rodeado de costaleros, capataces y otros hermanos cofrades, sus candelabros iluminaron Cristo Rey durante la misa de hermandad celebrada. Igualmente, con una Cruz de Guía, se celebró un Vía Crucis y se rezaron las catorce estaciones. En riguroso silencio, el respeto a la imagen y a los cofrades en general reinó en el interior de la parroquia.
La celebración duró cuarenta minutos, aproximadamente. Una vez transcurridos, el templo recuperó su luz y la puerta principal se abrió para recibir a quienes esperaban fuera. La noche había llegado y el tiempo continuaba inestable, con un fuerte viento que arrastraba nubes. Los fieles entraron y rezaron ante la imagen, que para muchos es propia de una Cofradía antigua, una imagen que ha evocado en conferenciantes, comentaristas y pregoneros de la Semana Santa jienense, aún siendo de las más jóvenes de la capital, ya que fue fundada en 1955.
Estrenos previstos
Este año los hermanos de luz han vestido túnicas nuevas, a pesar de no haberlas lucidos por las calles más emblemáticas que cada Martes Santo recorre la Cofradía. Entre otras, Arquitecto Berges, Almenas y San Ildefonso. Igualmente, ayer se hubiera visto en la calle la primera fase de la adecuación del traje de estatutos a las nuevas normas. Entre los enseres, la Junta de Gobierno tenía previsto sacar a la calle una bandera Crucifixus bordada en oro por Rafael Jódar, un mástil, una bandera de Santiago y un portapabilos para los auxiliares del paso.
