En el interior de la basílica menor parroquia de San Ildefonso el paso de Misterio de la Oración en el Huerto esperaba ayer que las puertas del templo se abrieran. Detrás de éste, el paso de palio de María Santísima de los Desamparados. En el exterior, los jienenses fueron acercándose paulatinamente, ya que la salida estaba programada para las seis de la tarde y a las 17:20 horas comenzó a llover en una tarde de Domingo de Ramos inestable meteorológicamente.
Reunida la Junta de Gobierno, la decisión fue rápida y concisa. El gobernador de la Cofradía, Manuel Peñalver, anunció la salida en estación de penitencia, ya que el recorrido permitía una temprana recogida en caso de que la lluvia hiciera acto de presencia. Y así fue.
La salida del templo estuvo marcada ayer por la rapidez con la que los costaleros llevaron al Misterio, que este año presentaba novedades. El Cristo fue adelantado en su trono y el monte (de los olivos) era nuevo. Además, al Señor lo acompañaron los apóstoles, que desde 2009 no aparecía en el Misterio de la Oración en el Huerto. Al son de la Agrupación María Auxiliadora de Jaén, los costaleros mecieron el Misterio, que buscaba Muñoz Garnica para llegar a Obispo Aguilar, Hurtado y nuevamente a la plaza de San Ildefonso, donde acabó la estación de penitencia.
Detrás del Cristo, el cuerpo de soldados romanos inició su recorrido desde la basílica menor, escoltando además a la Virgen, que salió de San Ildefonso y se encontró con cuatro devotos que le dedicaron una alegre canción. 'Ella es mi reina' sonó en las voces de Alberto Martínez (guitarra) y Estefanía Martínez, con el acompañamiento a la caja de Alberto Garrido, y a la flauta de Lorena del Arco. Las costaleras que llevaban a la Virgen supieron mecerla para emocionar a quienes aguardaban en el exterior, también a las compañeras que esperaban su turno debajo del palio.
La Agrupación Artístico-Musical Miguel Ángel Colmenero (Jamilena) interpretó 'Reina de Triana' y 'Caridad del Guadalquivir', y el palio, llevado por dos turnos de costaleras y uno de hombres, siguió al Misterio, recogiéndose por la lluvia.
Las calles del itinerario que marcó la Junta de Gobierno ante la probabilidad de lluvia en la tarde de ayer, fueron las únicas que pudieron recorrerse, a pesar de que no faltaron devotos para acompañarlos en la procesión del esperado Domingo de Ramos. Sin embargo, tras la salida de la Virgen, el aire anunció nuevas lluvias y las capas de los costaleros, los caperuces azules y rojos; y las mantillas de las mujeres que acompañan a la Virgen, así lo presagiaron. Y la lluvia volvió a hacer acto de presencia.
Un año más, los agentes del Cuerpo de la Guardia Civil acompañaron a los pasos. En concreto, seis agentes. Y es que tras finalizar la guerra civil, el Cuerpo fue nombrado hermano mayor honorario y se convirtió en protector e impulsor de la Cofradía.
La de la Junta de Gobierno de la Cofradía fue una decisión arriesgada y ambos pasos tuvieron que recogerse después de sufrir en sus tallas las consecuencias de la lluvia. Es la primera Cofradía en realizar estación de penitencia desde San Ildefonso, una parroquia que arrastra a centenares de devotos.
