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Alaya, una reincorporación con fuerza

La jueza que instruye el caso de los ERE fraudulentos, Mercedes Alaya, ha vuelto a la escena jurídica tras seis meses de baja por enfermedad y varios anuncios fallidos sobre su incorporación laboral, que finalmente se produjo a principios de este mes

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La jueza que instruye el caso de los ERE fraudulentos, Mercedes Alaya, ha vuelto a la escena jurídica tras seis meses de baja por enfermedad y varios anuncios fallidos sobre su incorporación laboral, que finalmente se produjo a principios de este mes.

Mercedes Carmen Alaya Rodríguez (Sevilla, 20 junio 1963), que ha permanecido alejada de los juzgados desde septiembre de 2012, aquejada de fuertes dolores de cabeza, se incorporó a su juzgado, el número 6 de la capital andaluza, el pasado 5 de marzo.

Distante e imparable, según quienes la conocen, la magistrada ha reactivado la investigación sobre los ERE irregulares financiados por la Junta de Andalucía.


En el marco del proceso, ayer ordenó la detención de una veintena de personas y el ingreso en prisión del ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, que en octubre del 2012 salió de la cárcel bajo fianza de 50.000 euros tras haber ingresado un año antes.

Nacida en Sevilla, se licenció en Derecho en 1986 y, dos años después, aprobó la oposición e ingresó en el mundo de la Judicatura con sólo 25 años.

Mercedes Alaya es la pequeña de tres hermanas de una familia de Écija y tiene cuatro hijos, el primero de los cuales nació cuando ella tenía 20 años.

Comenzó su trayectoria profesional en noviembre de 1988 en la localidad sevillana de Carmona y en 1990 se trasladó a Fuengirola (Málaga), donde encausó al alcalde socialista Sancho Adam, por un presunto delito de malversación de fondos públicos.

En 1992 se hizo cargo del juzgado de Primera Instancia número 20 de Sevilla y desde junio de 1998 es titular del Juzgado de instrucción número 6, en el que a su llegada se instruía el caso Mercasevilla, matriz del que derivó el de los ERE.

En relación con esa causa, la magistrada sufrió una recusación, que posteriormente fue rechazada, debido a que su marido, Jorge Castro García, había sido auditor de Marcasevilla hasta 2002.

Firme en sus instrucciones, además del caso de los ERE su juzgado tiene sobre la mesa las causas de Mercasevilla -sobre el cobro de comisiones por directivos de esta entidad a empresarios de La Raza- y de la gestión del Real Betis bajo la presidencia de Manuel Ruiz de Lopera.

Durante su baja como titular del juzgado, su sustituta ha sido Ana Rosa Curra, que ha instruido parte del caso de los ERE, y el juez de refuerzo Rogelio Reyes, que lleva el caso por la anterior gestión del Betis.

Tras su vuelta, Alaya pidió al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) seguir instruyendo las macrocausas que investiga y que los dos magistrados de apoyo quedaran reducidos a uno solo para los asuntos de rutina, petición que fue aceptada.

Perseverante y enigmática, la magistrada andaluza fascina a los medios y para algunos es una juez estrella, tanto por su forma de instruir como por su estética.

La instructora del caso de los ERE, que ha puesto en jaque a la Junta andaluza, tiene miles de seguidores en facebook, pues su imagen no pasa desapercibida, por su tenacidad, por su melena y su forma de vestir.

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