Ambiente excepcional en la plaza de toros de Jaén para presenciar la novillada en clase práctica del V Certamen "Manuel Díaz Meco", respondiendo la afición jiennense para arropar a la cantera taurina, que sigue fraguando toreros. Más de cinco mil personas se dieron cita en los tendidos de la plaza de toros de Jaén, con multitud de jóvenes que posiblemente acudieran por primera vez a festejar un festejo taurino en su vida y seguramente repetirán porque citas como la que ayer se vivió en Jaén indudablemente sirven para hacer afición y prueba de ello es que al término de la novillada muchos de esos jóvenes se lanzaron al ruedo para sacar a hombros a los alumnos de la Escuela de Jaén.
Pedro Aparicio, Blas Márquez y Alfonso Morales cruzaron la puerta grande de la plaza de toros de Jaén camino del Parque Felipe Arche, protagonizando la mejor imagen de la fiesta de los toros. Y fue Alfonso Morales, novillero de la capital, quien se alzó como máximo triunfador de este V Certamen “Manuel Díaz Meco”, reeditando su triunfo de la anterior edición y por ello recibirá el justo premio de ser directamente incluido con un puesto en la novillada sin picadores de nuestra próxima feria de San Lucas.
Lidiaba por primera vez en la capital la divisa de Roque Jiménez, ganadería emblemática del campo bravo de Jaén y que tiene una fama bien ganada de que sus reses saltan al callejón cada vez que se lidian. Y así ocurrió con el primero de la tarde, que nada más salir pegó un brinco atlético en las tablas del tendido 3 y se fue directo de cabeza al callejón, liando la mundial a su paso. Un novillo que fue el mismísimo diablo, y que trajo de cabeza a Pedro Aparicio y la cuadrilla.
Tras brindar al abogado jiennense Manuel Albacete, Aparicio se las vio con un novillo manso, que nunca se empleaba y buscaba siempre la huida. Pedro le supo sacar lo que tenía en los terrenos de sol, muy aquerenciado en las tablas. Con los muletazos de uno en uno, pero poderosos. No fue posible el lucimiento con él, pero Pedro Aparicio le hizo las cosas con inteligencia y a base de pundonor y una excelente estocada, se quitó de en medio al marrajo y le fueron concedidas dos orejas.
Debutaba en Jaén Rafael Fandila, novillero granadino con mucha raza,indudable valor y amplio repertorio. Recibió con dos largas cambiadas al segundo de la tarde. Protagonizó un vibrante tercio de banderillas y ya con la muleta, dejó pasajes importantes por la derecha a un animal bastante parado y que fue de más a menos. Tras dos pinchazos, cobró una estocada, pero luego se atascó con el descabello y el triunfo se esfumó. No obstante, Fandila dejó una grata impresión.
Blas Márquez, almeriense, se presentaba también en la plaza de Jaén. Novillero que sorprendió y gustó por sus formas. Un novillero fino, elegante y que no pierde la torería. Se acopló a un novillo algo débil, pero eso precisamente le hizo mostrar un toreo acompasado, haciendo las cosas despacio y trasladando a los tendidos una imagen que agrada. Mató de una estocada entera y fue premiado con los máximos trofeos en una faena que brindó a Antonio Sutil.
Y el jiennense Alfonso Morales puso fin al cuarteto de novilleros que este año han protagonizado esta clase práctica. Morales volvió una vez más a a firmar en Jaén una faena vibrante, logrando series por ambas manos rotundas y dejando un toreo por la derecha con muletazos muy largos y profundos, casi interminables. Mató de estocada entera al novillo que le cupo en suerte. Brindó su actuación al alcalde de Jaén, Julio Millán.
La suelta de una añoja que fue lidiada por los alumnos de la Escuela de Jaén puso el punto final a la clase práctica. Participaron en la lidia de esta res Javier Garzón, Curro Caro, Iván de Juan, “El Moraleño”, Leo Saenz de Tejada, Marina Nebrera y otros alumnos más recientes y menos aventajados que tuvieron oportunidad de ponerse delante y mostrar su evolución