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Huelva

‘Así soy yo’, puro espectáculo

El público se mantuvo en pie aplaudiendo más de dos minutos en el Gran Teatro tras la finalización del repertorio del coro de Huelva

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Asi soy yo.

El ángel de febrero.

Los equilibristas.

2020 ¡Qué choco llevo en lo alto!

Hacía años que no observaba un nivel de asistencia tan multitudinario al Gran Teatro de Huelva en unas preliminares, algo que se agradece a todos los que de alguna manera están contribuyendo a fomentar esta fiesta, que aparentemente empieza a salir de nuestro círculo habitual, atrayendo a otros sectores sociales que, recelosos, aún mantenían las distancias con cierta resistencia a beber de una de las facetas culturales menos conocida en nuestra ciudad, y aún así, de las más completas. 

La última noche de preliminares, la calle Vázquez López, en la que se encuentra el Gran Teatro, era casi intransitable, dada la multitud que disfrutaba en la carpa del Pati, que este febrero se percibe más pequeña. El ambiente de fiesta, pero correcto y dentro del orden establecido, se alargó hasta altas horas de la madrugada, dando una visión futura muy prometedora.

Abrió telón el coro de Huelva ‘Así soy yo’, dando un espectáculo que aún mantenemos en nuestras retinas. Manuel Tirado, director de dicho coro, ha logrado sembrar esa semilla necesaria, no sólo en los más de 40 integrantes que lo componen, también en el público, que se mantuvo en pie aplaudiendo más de dos minutos tras el final del repertorio. Durante la dinámica y atractiva actuación pudimos observar a Tirado con lágrimas de emoción tras vivir y sentir la reacción del respetable, que lo colmó de halagos por el gran trabajo realizado. Grupo perfectamente conjuntado, cantando con buen gusto y lleno de literatura social, que emocionó a los asistentes.


La comparsa de Isla Cristina ‘Los borrachos’ nos regaló un buen repertorio cargado de mensajes y buen hacer. Desplegó sus excelentes voces con potencia, quizás con algo de efusividad y estridencia, pero convenciendo al público, que supo agradecer este primer pase. Llegan con calidad y mucha motivación y con cualidades para estar ‘en la pelea’.

‘Los equilibristas’, de Riotinto, no estuvieron tan acertados, no logrando estar a la altura que, particularmente, yo esperaba. Esta chirigota puede dar mucho más de sí, y así lo demostraron el pasado año. Aplausos de agradecimiento por su participación y esperamos seguir disfrutando de ellos en próximos febreros.

Otra de las sorpresas esperadas fue la comparsa de la familia Giraldo, ‘El Ángel de febrero’, que por fin logra consolidar un grupo competitivo con el que mostrar sus cualidades. Dos buenos pasodobles muy personales arrancaron más de una lágrima del público, rematando la faena con un buen popurrí. Ovación final para estos jóvenes garantes de un futuro que ya empieza a dar sus frutos.

La noche la cerró la chirigota de Diego Ortiz y David Bernal, ‘2020. ¡Qué choco llevo en lo alto!’, dos impertinentes caraduras que cuando toman las riendas del concurso, saben mostrar su mejor versión, ganándose al público con sus controvertidas letras, siempre cargadas de ironías, que suelen tener alguna que otra repercusión. Vestidos de legionarios, hicieron una entrada triunfal a paso de trompeta, en la que dejaron claras sus intenciones. 

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