El cabeza de lista de JuntsxCat a las elecciones, Carles Puigdemont, ha acusado este sábado al Gobierno de Mariano Rajoy de querer encarcelar al independentismo por considerarlo una "idea criminal".
En una entrevista de TV3 recogida por Europa Press, ha reaccionado así a las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha destacado que Rajoy ha conseguido que JuntsxCat y ERC no tengan líderes porque "están descabezados".
Tras insistir en apelar al voto a su candidatura como la mejor respuesta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, ha defendido que no está dispuesto a todo por la independencia: "Hay una cosa que no permitiré nunca: la violencia".
En la misma línea de lo que reitera en campaña, Puigdemont ha considerado que no está tan claro que si vuelve a Cataluña le tengan que detener, y ha emplazado a todos los partidos que se presentan a las elecciones, en especial al "tripartito del 155" de PP, Cs y PSC, a aceptar el resultado de las urnas.
"Si las urnas propuestas por ellos absuelven y nos legitiman con un resultado claro, ¿qué pesa más? ¿Las esposas o los votos?", ha preguntado Puigdemont, que ve una contradicción que las ideas que te pueden llevar a ser investido como presidente de la Generalitat le puedan llevar a la cárcel.
Para Puigdemont, el 21 de diciembre no son unas elecciones autonómicas sino "la segunda vuelta del referéndum del 1-O que deberá ratificar o no el 155", y ha admitido que le cuesta imaginar que el pueblo catalán dé la victoria a los candidatos del PSC, de Cs o del PP, lo que considera que equivaldría a mantener una posición de resignación.
También ha evitado en todo momento el choque con ERC, pero se ha erigido como la persona que simboliza mejor la respuesta al 155, y en consecuencia ha defendido la necesidad de restituir "el mismo presidente --él en este caso-- y el mismo Govern".
Aunque no ha hablado de ello con el candidato de ERC, Oriol Junqueras, que está en prisión, ha recordado que en Bruselas le acompañan consellers cesados republicanos, y que, junto con representantes de la CUP con los que sí ha mantenido contacto, todos estarían de acuerdo "con esta fotografía".
Al preguntársele si se arrepiente de no haber convocado elecciones, ha dicho que no y que tenían derecho a esperar del Estado una reacción que no fuera recurrir a los "golpes de porra" porque, a su juicio, cuando una población se manifiesta de forma pacífica debe ser escuchada.
Tampoco ha hecho autocrítica sobre si las estructuras de estado estaban a punto para dar el paso que llevaron a cabo, y ha acusado al Gobierno de realizar "una pasarela, una invitación y también alguna presión política" para que se marcharan empresas de Cataluña.
El cabeza de lista de JuntsxCat ha explicado que, aunque no puede votar el 21 de diciembre, una joven de 18 años que no tenía pensado ejercer su derecho a voto lo hará por él.
"Mañana viene una persona que votará por mí porque ha entendido que podía hacer de mensajero de mi voto", ha explicado, sin dar más detalles al respecto.
