Anoche el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, inauguró oficialmente el festival durante un concierto en la Cúpula Olímpica en el que participaron, entre otros, la cantante senegalesa, Youssou N’Dour, y la caboverdiana Cesaria Évora, además de los argelinos Amazigh Kateb y Ouarda El Djazairia junto a 350 bailarines africanos.
Un desfile de los países participantes por la avenida colonial frente al mar de Argel dio el punto de partida al festival, con 53 carrozas que representaban a cada uno los estados miembros de la Unión Africana (UA).
La UA encargó este año al Gobierno argelino que abordará la segunda edición del festival continental, que en 1969 –en plena efervescencia de los movimientos independentistas– convirtió a Argel en la meca cultural de una África que se liberaba poco a poco del poder colonial y mostraba al mundo su inmenso potencial artístico.
El Gobierno argelino se ha empleado a fondo en esta segunda edición, en la que han invertido más de 55 millones de euros, y el programa del festival incluye más de 300 conciertos y espectáculos, festivales de cine y cómic, representaciones teatrales, ciclos de literatura, exposiciones, debates, coloquios y hasta desfiles de moda de jóvenes diseñadores africanos.