El director del Centro de Asistencia Medica (EKAB), Panos Efthasiadis, declaró a la emisora ateniense Alpha que de momento se registraron nueve heridos, uno de ellos de una cuchillada, en la marcha de más de 10.000 personas que tuvo lugar ayer.
La muerte de Alexandros Grigoropulos, un estudiante de 15 años, por un disparo de un policía ha desatado la ira de miles de ciudadanos, que se volcaron ayer a las calles, así como grupos de jóvenes radicales, muchas veces encapuchados, que quemaron y destruyeron a pedradas tiendas, bancos y automóviles.
Las fuerzas del orden reaccionaron con extrema violencia en su esfuerzo por dispersar a los manifestantes, que continuaron sus acciones a lo largo de la jornada, sin miras a que se imponga la calma en la capital griega.
“El humo y los gases tapaban los rayos del sol”, declaró uno de los cientos de periodistas que presenció la marcha.
Varios ciudadanos que viven hasta unos 15 kilómetros alejados del centro de Atenas dijeron que pueden oler los gases lacrimógenos y el humo de las barricadas.
“Nunca he visto tal cosa. Es como si estuviésemos en guerra”, comentó un testigo presencial a la emisora Alpha.
Mientras, varios grupos de radicales seguían ayer refugiados en la Politécnica de Atenas, lugar donde se inicio el levantamiento estudiantil en 1973, que marco la caída de la Junta Militar griega (1967-1974).
El presidente heleno, Carolos Papulias, señaló que “la muerte del joven es una herida al Estado de Derecho”.
El partido de Izquierda Siriza acusó a las autoridades de la violencia desatada, en una declaración donde denuncia que “la policía dispara y mata a un niño sin ninguna disculpa, como si el país se encontrara en guerra”.
El mayor partido de la oposición, el socialista Pasok, pidió la dimisión del liderazgo político del ministerio del Interior, pero ésta, tras ser presentada esta madrugada por el titular de esa cartera, Prokopis Pavlopulos, y el viceministro, Panos Hinofotis, fue ya rechazada por el primer ministro, Costas Caramanlis.
El policía, de 37 años, que presuntamente disparó la bala que mató al adolescente fue ayer, acusado de “asesinato intencionado y uso ilegal de armas”.
El Gobierno dice que hará regir la ley ante los disturbios
El Gobierno griego manifestó ayer su decisión de “implementar la ley en todas las direcciones” de cara a la continuación de los disturbios en Atenas que se esperan por segunda noche tras la muerte de un menor por una bala de un policía.
El ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, y el viceministro griego, Panos Hinofotis, mantuvieron una reunión con el jefe de Gobierno, Costas Caramanlis, para evaluar la situación.
“Reconocemos que hay una gran sentimiento de ira entre la gente, pero también deben de ser respetados los derechos de los manifestantes”, declaró a la prensa Pavlopulos.
El titular aludió así a los extensos disturbios acompañados de incalculables daños materiales en el comercio y propiedad privada y pública por centenares de individuos que se infiltraron ayer en una multitudinaria manifestación inicialmente pacífica.
La marcha en la capital griega estuvo convocada por varias organizaciones pro derechos humanos en protesta por la muerte de Grigoropulos, de 16 años a causa de un disparo de un policía.
“Es inaudita la violencia desencadenada contra los manifestantes y la propiedad privada y un abuso de los derechos humanos”, dijo el ministro.