La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha criticado este viernes la mayor presión fiscal sobre el ahorro y las empresas que introduce el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 aprobado ayer por el Gobierno, al tiempo que ha advertido de que disparar el gasto a niveles máximos en muchas partidas "no se justifica en un contexto de recuperación económica y máximos históricos de deuda pública".
"Creemos que esta expansión del gasto público compromete la sostenibilidad de las finanzas a medio y largo plazo e hipoteca a futuro la capacidad estabilizadora de la política fiscal", avisa la patronal en una primera valoración sobre las cuentas públicas del próximo año.
Tras reclamar al Gobierno una mayor "prudencia" en sus previsiones macroeconómicas por mantener sus cálculos tras la revisión a la baja del crecimiento en el segundo trimestre efectuada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la organización empresarial se muestra muy crítica con la mayor presión fiscal a las empresas que introducen los PGE de 2022.
"La presión fiscal empresarial en España es 1,5 puntos superior a la de la UE (11,1% del PIB frente al 9,6%) y la recaudación procedente de las empresas españolas equivale al 31,9% del total de ingresos, frente al 24,6% del promedio europeo", argumenta en un comunicado.
En este contexto, la CEOE considera que la introducción de un tipo mínimo del 15% sobre la base imponible en el Impuesto sobre Sociedades "va a perjudicar a las empresas más internacionalizadas y que, además, realizan un mayor esfuerzo en investigación y desarrollo".
También reprocha al Gobierno el establecimiento de una nueva reducción del importe máximo de las aportaciones a planes de pensiones que son deducibles en el IRPF, que se suma a la realizada el año pasado. "Es una medida totalmente desafortunada y va en sentido contrario a las adoptadas por los países de nuestro entorno", denuncia.
CRÍTICAS A LOS NIVELES DE GASTO
En cuanto al gasto, la patronal considera que, en un contexto económico como el actual, "se debería apostar decididamente por el apoyo a las actividades económicas" y recuerda que la generación de empleo es en sí misma también una política social.
"El crecimiento del gasto público estructural puede comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas en el futuro. Los niveles de déficit público previstos (5% del PIB) están todavía alejados de los estándares de referencia marcados por Europa (3% del PIB)", avisa la patronal, que sostiene que la estrategia de reconducción del déficit público debe pasar por una mayor eficiencia en la gestión del gasto público antes que por incrementar los ingresos vía impuestos.
"En definitiva, entendemos que, aunque se haya iniciado el proceso de reactivación, cualquier reforma de calado, entre ellas la fiscal, debe huir de buscar resultados a corto plazo", afirma.
Para la CEOE, resulta "acuciante" diseñar una estrategia de consolidación presupuestaria a medio plazo que evite subidas fiscales e incluya medidas que mejoren la eficiencia del gasto público.
El objetivo, a su juicio, debe ser estimular y sentar las bases para potenciar un crecimiento a largo plazo, estable y duradero, mejorando la productividad, aumentando la tasa y calidad del empleo y corrigiendo los importantes desequilibrios de la economía para fortalecer la estructura productiva.