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“Un verdadero calvario” de obras

Los ruidos, en algunas ocasiones, debido a que las ventanas han tenido que estar abiertas, han sido “un horror, un infierno”.

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  • Trabajos en calle Tórtola -

Las obras que se realizan en plena calle, para la mejora de la ciudad, nunca son bienvenidas por los vecinos que las sufren, pero en el caso de las que se están realizando en el entorno de Crucero Baleares, no fueron bien acogidas por los vecinos sufridores y, por día que pasa, esta actuación llevada a cabo por el Ayuntamiento supone un mayor descontento del vecindario, aunque se vislumbra el final de las mismas. Las definen como “un calvario”.


Se trata de unas obras del canon de mejora local que desarrolla el Consistorio para la ampliación de colectores unitarios en la zona del Camino de los Enamorados. El proyecto cuenta, según se indica en el cartel que muestra la obra, con un presupuesto de 327.803,75 euros y un plazo de ejecución de dos meses, comenzando el pasado mes de junio. Por lo pronto, estando en el mes de septiembre, no se está cumpliendo con el plazo estimado para el desarrollo de dicha obra, lo que supone que los problemas que afectan a los vecinos siguen adelante.


El epicentro de estas obras ha sido Crucero Baleares, en el tramo comprendido entre el Camino de los Enamorados y la calle Tórtola, afectando en estos momentos a la misma zona así como Ronda de las Dunas, y en otros momentos a Compositor Sánchez del Arco o Avefría, contando con vecinos “muy cansados”. 



A mediados de esta semana finalizaban los trabajos en Crucero Baleares y ahora se centra en Ronda de las Dunas.


Los vecinos de esta zona están sufriendo demasiados inconvenientes, problemas que, como bien indican los perjudicados “no compensan”.


Los propios vecinos cargan las tintas contra el Consistorio, porque las obras están siendo “un verdadero calvario”, ya que “han sido muchos los problemas que hemos sufrido, desde cortes de agua constantes que nos han dejado mañanas completas y parte de la tarde sin suministro, por tanto sin poder cocinar o hacer cualquier otra actividad”, así como calles cortadas, calles que de forma casi improvisada se han cambiado de sentido debido a que los vecinos tenían que aparcar o llegar hasta su casa, etc, pero los afectados han echado en falta mayor organización y un plan de tráfico o de reorganización del espacio, una actuación que debía llegar del Consistorio.


Y además, “en pleno verano”, indica una residente, “nos hemos encontrado en vacaciones, cuando solo tenemos unos días para descansar, con obras que han comenzado excesivamente temprano”, por lo que algunos no descartan interponer denuncias contra el Ayuntamiento.
Además, esta situación ha afectado a los negocios de los alrededores. Algunos incluso han cambiado sus días de descanso, para que coincidieran con las jornadas en que se llevaban a cabo los cortes de agua y así no perder clientes. Aún así, destacan que han perdido dinero a lo largo de los meses en que han sufrido las consecuencias de estas obras. Es más, estos días atrás incluso los clientes de una mediana superficie de esta zona han tenido muchos problemas para poder acceder y salir del aparcamiento subterráneo. “De repente, acudir a comprar se ha vuelto una odisea. Solo un cartel en la calle nos ha informado de que estaba la calle cortada, pero poco más. Casi nos hemos topado con los obreros al salir de hacer la compra, porque ha cambiado todo por minutos”, explica M.M., una de esas afectadas, que ha decidido, por lo menos cuanto dure la obra, cambiar de supermercado para hacer la compra.

Pésima organización
Los vecinos han pasado unos meses muy mosqueados, y no quieren ni oír hablar del Ayuntamiento, porque consideran que el plan de actuación de la administración local “si lo ha habido”, ha resultado “ser un pésimo papel que se han pasado por el forro del bolsillo o bien que ni siquiera han mirado, porque todo lo que ha rodeado a estas obras ha sido un error tras otro”, un sinsentido constante, o por lo menos “eso nos parece. Y es que cualquiera lo podría haber hecho mejor que como lo han hecho. Mi hijo hubiera tiene más capacidad de organización que quien ha manejado esta obra”, explican los afectados, que destacan que además “no nos han preguntado en ningún momento. Nosotros conocemos la zona, y podríamos haber aportado algo de luz a algunas cuestiones como el tema del aparcamiento, que ya de por sí es escaso” o de cómo ir gestionando las obras, porque en tan solo tres meses “nos hemos visto casi obligados a no salir de casa, y eso encima en pleno verano”. A lo que hay que añadir que “con el calor y la necesidad de tener las ventanas abiertas, hemos tenido que sufrir además los ruidos de los trabajos de los operarios”, lo que ha supuesto “un horror, un infierno”, denuncian.


Para colmo, las pocetas, con el nuevo pavimento, sobresalen del asfalto y puede suponer un problema para los conductores y viandantes.


Denuncias por las molestias causadas

Según ha podido saber este medio, ya hay vecinos que han interpuesto o tienen intención de interponer denuncias por las molestias que están causando las mismas, y es que se están alargando en exceso en el tiempo y están suponiendo muchos quebraderos de cabeza.

Calles con sentidos contrarios sin aviso

Una de las quejas vecinales más repetidas es que las calles se están cortando sin previo aviso para ellos, lo que supone que, por día, se levantan con los sentidos de las calles cambiados, vías cortadas o a los operarios en la puerta de casa. Un lío evitable.


Incivismo entre los propios vecinos

Los contenedores ubicados entre Crucero Baleares y Compositor Sánchez del Arco se han movido debido a las obras, en el que solo se ha quedado uno de Madre Coraje, en el que los vecinos han seguido depositando bolsas de basura, mostrando gran incivismo.

El parcheo final tampoco convence a los vecinos

El distinto pavimentado que existe ahora en las calles en las que se ha actuado tampoco gusta ni convence a los residentes de la zona, y es que el color de la calle se ha convertido en dos, el anterior y el nuevo asfalto que se ha echado tras la obra y que afea la calle.

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