Los locos no nos asustamos de nada, pero es que la sorprendente noticia nos ha dejado con el cerebro más paralizado de lo que ya estaba. Resulta que nos hemos enterado en el manicomio de que Almacenes Aparicio ha puesto a la venta en el escaparate trajes de novia por 70 euros. ¿Qué les parece? ¿Será posible? Es lo nunca visto en La Isla. Si a nosotros nos ha encantado la original idea, se pueden imaginar lo que les habrá gustado a esas tímidas parejitas que no se atreven a dar el paso adelante por la cantidad de gastos que arrastra eso de casarse. Ellos ven que sus euros van desapareciendo con más rapidez que Puigdelmonte, el del maletero. Y saben que entre los anillos, el convite, la tarta, el viaje de luna de miel y otras pamplinas variadas… los pobrecitos no dan abasto para abrir su esquelética cartera. Aunque se irán a vivir casi con total seguridad a casa de los padres, a todas las parejas les gusta que la novia lleve su vestido blanco ante el cura o ante el concejal de turno. Por tanto ya era hora de que un comercio de La Isla diera un paso adelante, los animara con hechos concretos y los empujara hacia el altar de una manera convincente y sin andarse con precios fuera de órbita. Parece una tontería, y seguro que lo es, pero no hablamos solamente del ahorro de varios miles de euros que se van a encontrar con ese vestido sencillo y barato, sino que el tema tiene otras consecuencias beneficiosas para el país. Trataré de explicarlo, pero no me hagan mucho caso, porque hoy con la calor no me he tomado las pastillas.
Estamos hartitos de escuchar que España está llevando su población hasta unos niveles más bajos que la clasificación del Cádiz. Las estadísticas no paran de sacar a la luz datos escalofriantes sobre el descenso de paisanos, se cierran colegios por falta de niños, las parejas se lo piensan mil veces porque no está la vida para lujos y saben que no basta con no comer fruta de postre, aunque van a terminar no comiéndola por el precio que tienen… Más de cuatro locos amigos míos se casaron hace la tira de años y todavía están pagando el traje de novia de la loca.
Todo esto se acabó gracias a la feliz iniciativa de Almacenes Aparicio. Poner el traje de novia a un precio irrisorio es decirles a los novios que no hay que tener miedo, que se lancen a la procreación sin temor a su crisis financiera, que España los necesita ya, que el mundo es de los valientes, que 70 euros se los van a gastar en unas cuantas cervezas…
Otra cosa buena es que, si se separan a los pocos días, que es lo más seguro tal como está la cosa y tal como manda la moda, la aventura no les va a salir por un ojo de la cara como sería de prever. Además, en el futuro siempre se puede aprovechar la blanca tela, que tuvo un fugaz lucimiento de unas horas, para paños de cocina, para unos visillos, para hacerle una faldita a la futura niña…
Me queda darle las gracias a Almacenes Aparicio por su brillante idea, aunque también debo decirle que ojo con el asunto, porque tan malo es un grave descenso de la población, como una subida brutal de la natalidad. Por lo cual, no deberían ya bajar más los precios de los trajes de novia para evitar un peligro de superpoblación incontrolada.
Sé que a los locos nos van a hacer caso. Gracias.