La Real Sociedad ha empatado ante el Deportivo (1-1) en el partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga BBVA desaprovechando la superioridad numérica de la que disfrutó durante 25 minutos tras la expulsión de Evaldo por doble amarilla, por lo que permiten al Deportivo sumar un punto muy valioso a pesar de continuar una semana más en descenso.
El partido escaseó en ocasiones y en juego tras una primera parte en la que lo más destacado fueron los dos goles. Con el Deportivo en inferioridad numérica, los de Philippe Montanier tuvieron en los pies de Griezmann y Vela los tres puntos pero la mala suerte de éstos a la hora de rematar provocó un empate que sabe a victoria en A Coruña. Los gallegos no consiguen salir de los últimos puestos pero se colocan a un punto del Mallorca que marca el límite del descenso.
En los primeros 45 minutos, los de Domingos Paciencia gozaron de las ocasiones más claras en los primeros compases del encuentro aunque no fue hasta el minuto 27 cuando Pizzi elevó el balón por encima de Bravo para poner el primero para los gallegos. La Real Sociedad reaccionó justo antes del descanso en una gran jugada de Carlos Vela que culminó con un disparo cruzado para poner las tablas en el marcador.
En la segunda mitad, los dos equipos se centraron en defender las acometidas de los rivales y apenas hubo ocasiones de peligro hasta el minuto 65 en el que Evaldo fue expulsado por doble amarilla y los de Philippe Montanier se fueron al ataque en busca del gol aprovechando la superioridad numérica. Pocos minutos después de la tarjeta roja al jugador gallego, Griezmann de tijera tuvo la ocasión más clara hasta el momento pero su remate se marchó por encima del larguero.
El conjunto donostiarra buscó la espalda de la defensa gallega con pases por alto tras los intentos de ésta de tirar el fuera de juego, pero Griezmann y Vela, que tuvieron ocasiones en los último minutos para dar los tres puntos a su equipo, no estuvieron acertados. Los de Domingos Paciencia no quisieron el balón y lo regalaron constantemente a los de Montanier para que fueran ellos quienes llevasen la batuta del juego aunque sin premio final.
