La problemática que presenta el control de ratas y roedores en el parque Blas Infante, así como en otros puntos del centro del Chipiona ha llevado a la Delegación Municipal de Sanidad a promover medidas más y que no supongan un riesgo para la salud de los usuarios los elementos químicos que deben utilizarse. Además, ha optado por instalar un mecanismo para evitar que la ratas y roedores suban y aniden en las palmeras con el fin de controlar la población hasta su desaparición del arbolado.
El 2 de octubre se adjudicó el contrato menor de suministro e instalación a la empresa Biblion Ibérica S.L., que presentó la oferta económica más favorable con un precio de 17.920,10 euros, para el suministro e instalación de 56 anillos antitrepamiento a ubicar en las palmeras que sirven de refugio para la rata negra y roedores y evitar que suban y aniden. Es una chapa galvanizada completamente lisa que se coloca a una altura aproximada del tronco del árbol de 2.5 metros. La instalación de estos anillos, precisa Sanidad, no afectará en ningún caso a las palmeras.
Además, se colocarán 12 papeleras con control de múridos en el parque Blas Infante, la plaza Pio XII y la plaza de Andalucía. Son papeleras construidas en plástico de alta calidad y grosor, con llave de seguridad para su apertura. El sistema tiene un esqueleto metálico con una base con agujeros para su fijación. Tienen dos cajas portacebos de seguridad en su base que incluye agujeros de acceso al cebo para ratas. Las papeleras cuentan con dos llaves de seguridad, una para la papelera y otra para las cajas porta cebos.
La procesionaria, un riesgo para los más pequeños
Por otra parte, la Delegación de Sanidad ha comunicado que, teniendo en cuenta el riesgo que supone la plaga de la procesionaria para la salud de los niños de los colegios donde hay pinos, que son el Principe Felípe y Lapachar, y valorando que los meses de otoño e invierno son el momento indicado para comenzar tratamientos con endoterapia en esos árboles, se ha emprendido una actuación al respecto.
Por ello, en el día de hoy se lleva a cabo el tratamiento contra la procesionaria en los dos centros mencionados. La endoterapia consiste en inyectar a presión un biocida en el tronco del árbol que se incorpora a su savia natural y llega a las hojas de las que se alimenta la procesionaria del pino. Al introducirlo directamente en el sistema vascular del pino, el biocida se distribuye de forma homogénea. El tratamiento lleva a cabo una sola vez y es recomendable realizarlo entre mediados de noviembre y finales de diciembre, cuando hay una disminución drástica de resinación del pino. Tiene un bajo impacto ambiental y reduce los riesgos para las personas y los animales que pasan por zonas de vegetación.
