El próximo pleno ordinario del Ayuntamiento de San Roque incluirá una moción de la alcaldía para cambiar el nombre de avenida del Ejercito a avenida de Elvira Castilla del Pino, según se ha aprobado hoy en la Comisión de Gobernación.
El alcalde responde así a la petición de alumnos del Ies Sierra Almenara que han comprobado que la mayoría de las calles tienen nombre de hombres y un pequeño número, de mujeres, por lo que piden una mayor presencia de nombres de mujeres en el callejero de la ciudad.
Las delegadas de las dos clases de tercero de este Instituto hicieron llegar al alcalde, Juan Carlos Ruiz Boix, los resultados de un estudio elaborado por ellos como trabajo en la asignatura de educación para la ciudadanía, en la que se hacía un estadística sobre los nombres de las calles en la zona del Valle del Guadiaro.
Así, de ese estudio se desprende que de los nombre de las calles de esa zona, un 20 % correspondían a hombres, y tan sólo un 5 % eran nombres de mujeres, principalmente vírgenes.
Es por ello que los alumnos pidieron que las nuevas calles del municipio tengan nombre de mujer, a lo que el alcalde aseguró que “vamos a adoptar las medidas necesarias para invertir esa tendencia, y como primera medida voy a proponer que la avenida del ejercito del casco se llame Elvira Castilla del Pino”.
En la reunión de la Comisión de Gobernación se ha argumentado que en el entorno existen otras calles dedicadas al ejército, como Pavía 19 o Cazadores de Tarifa, o de mandos militares, y que la primera diputada en el Congreso de San Roque aún no tenía ninguna calle en el municipio, detalle éste que fue señalado en un informe elaborado por el Cronista Oficial de la Ciudad, Antonio Pérez Girón.
Elvira Castilla del Pino, que procedía de una familia acomodada sanroqueña, fue una mujer muy sensible con la cultura. Aunque marcada por el asesinato de algunos de sus familiares durante la Guerra Civil, a manos de milicianos de la FAI, evolucionó hacia posiciones progresistas, siendo elegida concejala independiente en la candidatura del PSOE a las elecciones municipales de 1983. Como miembro ya del mismo partido volvió a salir elegida en las celebradas en 1987.
En el Consistorio se hizo cargo de la Delegación Municipal de Cultura, realizando una intensa labor. En este sentido, creó las salas museísticas dedicadas a la historia de la ciudad, pintura y arqueología. Puso en marcha el Centro Cultural Rafael Alberti, la Galería Municipal de Arte Luis Ortega Bru y los talleres municipales que años más tarde serían la base de la actual Universidad Popular. Impulsó el Curso de Verano y municipalizó la Semana del Cortometraje.
Fue diputada en el Congreso por la provincia de Cádiz en la legislatura 1989-1993, en sustitución de Manuel Chaves González. En esta etapa fue vocal de las comisiones de Control Parlamentario sobre RTVE y de la del Estudio del Problema de la Droga.
En 2002 el Ayuntamiento de San Roque la distinguió como miembro honorario de la Corporación, en reconocimiento al trabajo realizado como edil del mismo. Apartada de toda actividad política, falleció en 2004 a la edad de 85 años.