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Campo de Gibraltar

La tranquilidad llegó cuando las nubes se fueron

Despacio, muy despacio, así ejecutaron los costaleros de Humildad y Paciencia una de las revirás más complicadas de la Semana Santa de Chiclana

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  • Controlando las papeletas. -
Después de que el año pasado se quedara en casa, este Lunes Santo había que salir. “Vamos a la calle y si llueve, al menos, este año podemos refugiarnos en el Iglesia Mayor, el único templo donde podemos entrar dadas las dimensiones de nuestros pasos”. Pero no llovió y la procesión y estación de penitencia de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de las Lágrimas y Esperanza se pudo realizar, eso sí, siempre con un ojo en el cielo vigilando las numerosas nubes que no se quisieron perder el Lunes Santo de Chiclana. Este año acompañaron al conocido popularmente como el Cristo de la Piedra 85 penitentes y 95 a la Virgen; todos recibieron las oportunas indicaciones antes de salir en el patio del colegio de Los Agustinos, aún mojado por el último chaparrón. Al nerviosismo se unió la tranquilidad de ver el cielo cada vez más despejado.

En la retina


Despacio, muy despacio, así ejecutaron los costaleros del paso de misterio una de las revirás más complicadas de la Semana Santa de Chiclana, la del Cristo de la Piedra nada más salir de San Telmo por la calle Nuestra Señora de los Remedios. Todo un lujo que el público supo apreciar y aplaudir.

El detalle

En esta ocasión lo puso el cielo que, ayudado por un constante viento del sureste, que se dejó notar y bajó las temperaturas notablemente, alejó las nubes y la lluvia caída durante toda la mañana y hasta una hora antes de la salida, acobó por tomar otros derroteros.

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