Un estudio en el que han participado investigadores de la Universidad de Granada ha confirmado que la salud cardiovascular presente y futura de los niños está condicionada por sus niveles de capacidad aeróbica, conclusiones que han obtenido al analizar la condición física y factores externos.
Este estudio, en el que han colaborado durante tres años investigadores de la Universidad de Granada, ha analizado la influencia de la condición física en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, un trabajo para el que han tenido en cuenta factores ambientales y nutricionales, entre otros.
La principal novedad de este estudio reside en el hecho de que el grupo de individuos analizados ha estado formado por 230 niños, de entre 6 y 10 años, de 18 centros escolares de la provincia de Cádiz.
Hasta este momento existían diversas publicaciones realizadas en este sentido sobre adultos y adolescentes pero ninguna en niños de la franja de edad ahora estudiada.
En la investigación, que coordina la Universidad de Cádiz, han participado los investigadores de Jonatan Ruiz, del departamento de Educación Física y Deportiva, y Virginia Aparicio García-Molina, de Fisiología de la Universidad de Granada, junto a especialistas de la Universidad Politécnica de Madrid, el Centro Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid.
Se han centrado en elaborar unos puntos de corte de capacidad aeróbica para niños de entre 6 y 10 años, que ayudarán a diagnosticar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en esta franja de edad así como dos años más tarde.
"Además de ayudarnos a diagnosticar el perfil cardiovascular a estas edades, nos ha posibilitado ir un paso más allá y comprobar que el nivel de capacidad aeróbica que tiene el niño a los 6 años, por ejemplo, determina su nivel de riesgo cardiovascular dentro de dos años", han explicado los autores.
Los investigadores han podido observar que el nivel de capacidad aeróbica que tiene un niño de 6 a 10 años puede determinar el riesgo futuro de desarrollar enfermedad cardiovascular.
El equipo ha observado que los niños que, en una primera instancia, tenían unos niveles altos de capacidad aeróbica, tenían un perfil cardiovascular más saludable que aquellos que estaban por debajo de ese punto de corte.
"Es importante establecer estrategias que fomenten la práctica de actividad física dirigidas a mejorar la capacidad aeróbica desde los primeros años de vida. Y es que se sabe que el nivel de capacidad aeróbica que tenemos desde la infancia determina nuestros niveles futuros de salud cardiovascular", han explicado.
Este trabajo, que ha publicado la prestigiosa revista Mayo Clinic Proceedings, recomienda establecer un protocolo de intervención desde centros educativos y sanitarios para fomentar la actividad física para preservar una óptima salud cardiovascular.
