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Cádiz

Hambre, necesidades pero también unión, esperanza y solidaridad en el encierro de Delphi

Siguiendo con el ciclo de pequeñas entrevistas a los extrabajadores de la factoría Delphi que mantienen un encierro en el Edificio de los Sindicatos de Cádiz, en esta ocasión hemos hablado con Elo Báez Barragán

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  • Elo Báez Barragán, ex Delphi

Siguiendo con el ciclo de pequeñas entrevistas a los extrabajadores de la factoría Delphi que mantienen un encierro en el Edificio de los Sindicatos de Cádiz, en esta ocasión hemos hablado con Elo Báez Barragán, quien estuvo trabajando durante varios años en la multinacional automovilística que cerraba sus puertas en el año 2.007.  Desde entonces, su plantilla inició una lucha que sigue hoy viva, aunque la lleven a cabo los aproximadamente 500 extrabajadores que aún están pendientes de una solución. Solución que según este colectivo debe llegar desde la Junta de Andalucía con la que tienen firmado un acuerdo, un protocolo de actuaciones que sigue sin cumplirse.

Elo Báez señala que “quería decir que este acto (el encierro) lo veo bastante positivo, creo que se tenía que haber hecho mucho antes, aunque como se dice, nunca es tarde si la dicha es buena”.

Además la extrabajadora de Delphi explica que también “quisiera comentar y mostrar mi solidaridad con Alfonso Cobos, compañero que ha iniciado una huelga de hambre. No sé a dónde están sus límites, pero él está ahí, y tiene que estar con fuerza para que todo esto se pueda resolver de la mejor manera posible”.


Por otro lado, añade, “me gustaría denunciar la triste situación por la que están pasando muchos de mis compañeros, algunos han sido o están amenazados con desahucios, otros que apenas tienen para comer, algo que podemos ver aquí, en el encierro, vemos que tienen muchas necesidades, vemos que realmente no tienen nada que llevarse a la boca, es algo muy duro y lo estamos viviendo todos los días”.

“Nosotros”, continúa Elo Báez, “intentamos echarnos una mano los unos a los otros, recolectamos comida y alguna que otra ayuda que recibimos realizamos unas pequeñas comprar para intentar paliar estas necesidades, este hambre”.

En su opinón, dice que no sabe”lo que va a durar este encierro, pero tenemos muchas esperanzas y tenemos fuerzas para luchar todos los días. De hecho, gracias a este encierro la ‘llamita’ se está encendiendo cada vez más, y cada vez se unen más compañeros a esta protesta”.

Y para concluir, Elo Báez insiste en que “estamos aquí, con fuerza, y desde aquí quiero decir que creo que no dejaremos el encierro hasta que consigamos nuestros objetivos, que son de justicia. Aquí seguiremos luchando para seguir tirando hacia adelante”.

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