Durante su homilía en la misa de la Sagrada Familia celebrada en la Plaza de Colón de Madrid, una iniciativa del propio Rouco, el arzobispo opinó que no es posible ignorar a la familia si se quiere construir una sociedad libre, justa y solidaria.
“Siempre que se cuestiona o se niega la verdad del matrimonio y de la familia en la teoría y en la práctica, las consecuencias negativas no se hacen esperar” y, así, por ejemplo, “se ciegan las fuentes de la vida con la práctica permisiva del aborto”, dijo Rouco.
Las relaciones sociales se hacen “frías y distantes”, la sociedad se “envejece” y “amenaza y pone en peligro el futuro de nuestros marcos de vida y bienestar económico y social”, agregó.
Todo esto está sucediendo en las sociedades europeas, según Rouco aseguró que el aborto o la eutanasia son
manifestaciones de “una crisis mucho más honda en sus causas que las que se detectan en los campos de la técnica y de la acción económica, social y política”.